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lunes, 31 de julio de 2017

-Escudero: -dijo Hidalgo-: Nada que no se supiera, ya.


-Escudero: -dijo Hidalgo-:
Nada que no se supiera, ya.

©Giuseppe Isgró C.



Escudero, -dice Hidalgo-:

El genio de Cervantes fue capaz de retratar una parte de la sociedad de Sevilla, y seguramente gran parte de Andalucía de su tiempo, en su Novela Ejemplar: Rinconete y Cortadillo. Una obra maestra que en nada desmerece con el Quijote, y que debería ser leída por todos los que anhelan entender la sociedad humana de su propio tiempo, ya que la realidad, allí reflejada, imperará en el planeta tierra, aún por largo tiempo. No será muy fácil para nadie volver a realizar un retrato análogo en ninguna época, ya que para ello sería necesario poseer un genio cervantino de tal calibre. Sin embargo, Escudero, es nuestro deber, en nuestro propio tiempo, meditar sobre los temas que las naturaleza de las cosas anteponga a nuestra atención, para cumplir el inherente deber a nuestro cargo.


No te indignes con los actos ajenos que denotan ausencia de dignidad, porque tú no sabes como se les van a volver a sus autores que, en sus acciones superan los límites de la vergüenza.

Asume la realidad de las acciones ajenas, y ponte en resguardo, ya que con ese tipo de personas, jamás debes realizar ningún trato, en la vida diaria, o pública, porque ellos siempre arrimarán las sardinas a sus propias brasas, aunque ni las unas ni las otras, les pertenezcan. Esa es una naturaleza humana que ni los animales poseen en un nivel tan bajo, excepto en los casos en que las fieras deben proveer al propio sustento y al de los suyos, por ley de naturaleza. Y con ello, mantienen el equilibrio natural.

Es preciso permanecer impasibles frente a los actos, o palabras, indignos, de seres de escasa dignidad. Es imperioso seguir cumpliendo con el propio deber y vivir una vida virtuosa. Hay que seguir adelante y no quedarse rezagados contemplando cosas indebidas, ni darse mala vida por ello, ya que los caminos de la gente virtuosa y los de la que no lo es, se bifurcan, por ley de afinidad, por la justicia divina, por ley de compensación y por la de igualdad, en la ley y ante la ley. Un camino conduce al abismo para sus ejecutores, y los otros caminos virtuosos, a la plena cosecha análoga a las semillas sembradas y cultivadas. Seguir cada quien por su propio camino, y dejar que la gente poco digna coseche el fruto de sus pensamientos, sentimientos, palabras y acciones. Ese será su propio escarmiento, y en la historia, todavía no se ha visto que quien siempre vientos no coseche tempestades; y quien a hierro mate, aunque luego lo niegue que lo haya hecho, no pase por la misma experiencia, por ley de vida, para experimentar lo mismo que se ha hecho a otros. Es lo que nosotros, Escudero, tú y yo, denominamos: TOMAR LA  SOPA DEL PROPIO CHOCOLATE. La vida es muy sabia.

Pero, Escudero, a nivel humano, nosotros que creíamos a no volveríamos a ver las cosas que ocurrían en el oscurantismo de la edad media. Pero, uno se pregunta: cosas peores verán las nuevas generaciones?, por cuanto los artífices del oscurantismo siguen allí, camuflados como camaleones, usando otros métodos, más solapados, a veces, y en otros, como si no fuera la cosa, con absoluta naturalidad. Tienen sangre fría y una absoluta ausencia de vergüenza. Pero, para ellos es normal, hasta que el escarmiento que la vida le tiene preparado le llegue en tiempo oportuno, y aún así, Escudero, tú crees que van a reconocer su error? Tela que cortar, Escudero, mucha tela, hay, sobre este tema aparentemente poco usual. No, es más abundante de lo que parece, en todos los niveles. Por eso, “moral y luces”, como decía Simón Bolívar, El Libertador, seguirán siendo las primeras necesidades, por largo tiempo, Escudero, por largo tiempo, pero tanto como nosotros queramos.

Nosotros, Escudero, creemos que, por haber avanzado la tecnología hasta ver cosas jamás vistas, también adelantó el desarrollo de los estados de conciencia de la mayoría de la gente que conforma la humanidad del planeta tierra.

Sí, Escudero, al igual que tú, creo que el 80% de la humanidad ha elevado su nivel de conciencia hasta cierto grado. Pero, el otro 20% que representa la parte humana más imperfecta, también se encuentra conviviendo con nosotros, y ellos realizan el 80% de los actos con ausencia de dignidad, por cuanto, como decía Séneca, han superado los límites de la vergüenza. Cuánto tiempo se precisará para que sus integrantes se depuren? Porque esa parte humana más imperfecta seguirá reencarnado con nosotros, en el planeta tierra, aún por muchos milenios, hasta que todos hayamos uniformado nuestros propios niveles de conciencia. Cuánto tiempo se precisará para ello? Un tema para meditar. Por eso, hay que tomar cartas en el asunto, por cuanto nos concierne.

Aunque suene profético, Escudero, aún espera a la humanidad, por varios miles de años, ver cosas análogas a las que estamos viendo, y peores todavía, que ahora no serían creíbles, si las anunciáramos. Tampoco ganaríamos mucho hablando de cosas que la gente no puede imaginar que pudiesen pasar ya que nos tildarían de locos, como ocurrió con aquel insigne hidalgo Don Quijote, al que diera vida el genio de Cervantes, guardando las distancias, Escudero.

De esto hablaba en Sevilla, en un foro, en el año 2011; del tiempo que se requiere, en la Tierra, para que, en este terrenal lugar de expiación se alcancen los niveles de dignidad acordes con la nueva edad de oro que, un día imperará a nivel mundial. Ese estado tan elevado de conciencia que se alcanzará en esa edad dorada, ahora la gente no lo puede imaginar.

Eso ocurre como lo describió Platón, en el diálogo la República, cuando cada uno de los interlocutores de Sócrates explicaba lo que a su juicio era la justicia. La conciencia elevada de Platón concebía niveles de excelencia que, mirándolo bien, Escudero, tú crees que 2.400 años después, hemos avanzado una pizca en ese sendero? Bueno, sin duda no se puede generalizar; existe un segmento que ha avanzado más que otros, pero, cuánto camino falta, aún por recorrer!!!

Bolívar lo tenía muy claro cundo aseveró que las “moral y luces” eran las primeras necesidades de su época. Tú crees, acaso, Escudero, que no los siguen siendo, en la nuestra, y todavía por largo tiempo?

Y esto va con todos. Debería ser motivo de reflexión general. La dignidad debe ser un motivo de reflexión en el santuario de la conciencia de cada quien.

Ser dignos, significa, Escudero:

1) Tener un elevado nivel de conciencia que se refleje en la propia auto-estima y en la práctica de una vida virtuosa.

2) Una persona con auto-estima elevada, tiene una conciencia clara de la vergüenza, lo cual le impide realizar actos, o expresar palabras, reñidas con la propia dignidad y mantenerse dentro de los parámetros enmarcados en los valores universales.  

3) Una persona con elevada auto-estima tiene un profundo respeto por los demás y lo refleja en sus pensamientos, sentimientos, palabras y actos.

4) Una persona con elevada auto-estima expresa un profundo amor en todo lo que hace, y por todos los integrantes de los cuatro reinos naturales, buscando la excelencia y el valor-valor para todos, en sus actuaciones.

5) Una persona con auto-estima elevada es respetuosa aún con aquellas personas que ni son respetuosas ni tienen elevada auto-estima ni tengan vergüenza alguna, ya que ese tipo de personas expresan una dignidad, auto-estima, vergüenza y otros valores, en su polaridad negativa, y mientras más elevado el nivel en polaridad negativa, más elevada es su auto-estima, en polaridad negativa. Por ejemplo, Escudero: Hay un caso de un Ganster de Chicago, de los años 20, del siglo 20, que era considerado el enemigo número 1, pero cuando lo entrevistaron manifestó que él no entendía los niveles de maldad que la sociedad de su época expresaba en relación a él. Él se consideraba un muchacho, o chaval bueno, soñaba con que sus fechorías se viesen publicadas en la prensa, o comunicadas a nivel mundial, porque eso estimulaba su ego para ser aún más malvado. Qué se gana, en ese caso con expresar opiniones ofensivas a un tipo como ese. Por eso, Jesús de Nazareth, en un aforismo, expresó: -“En lo que ves, te convertirás”. Esta es la razón, Escudero, por la cual no hay que comunicar los ejemplos negativos, sino los virtuosos, en la prensa mundial, con el fin de que se pueden emular las cosas ejemplares.

Pero, Escudero, no vayamos a creer que eso ocurre solo a ese nivel; no, ocurre en todos los niveles. No vemos como los tribunales, en el mundo, salvo pocas excepciones, están llenos con gente de todos los tipos y variantes, teniendo largas disputas por años, sin necesidad alguna. Solamente, con regir la propia vida con los parámetros de los valores universales, sería suficiente para alcanzar el ejercicio de una vida ejemplar, digna.


Si tú, Escudero, llamas borracho, a un borracho, ten por seguro que se ofenderá. Y eso pasará en todos los niveles, por el estado de conciencia imperante, en un momento dado, en la mayoría de las personas. Por eso, el mejor lenguaje, para enseñar, es el ejemplo.

Jamás ofender ni siquiera al ofensor. Es preciso mantener la propia dignidad y compostura. En eso, Escudero, Gandhi sigue siendo el mejor modelo a emular, con su doctrina de la no violencia o satyagraha.  

Un tema para seguir meditando, Escudero; pero será, ya, otro día.


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