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sábado, 26 de noviembre de 2016

Una reflexión


Una reflexión

©Giuseppe Isgró C.


La unión hace la fuerza; tantos bellacos que atosigan a la humanidad, no serían nada si los integrantes de ésta se unieran, con conciencia, para reivindicar la dignidad del ser humano. (La calificación de bellacos, es la más suave que uno puede darle a incontables número de líderes mundiales, con todo lo cual, no son más que el 20% de la totalidad de ellos; esto quiere decir, que el 80% son buenos líderes; pero ese 20%, aplicando una variante de la ley de Pareto, son los que ocasionan el 80% de las cosas menos favorables que afectan a la humanidad). Esto nos lleva a una conclusión: El 80% de los integrantes de la humanidad, son personas buenas, que unidas podrían poner bajo control al otro 20%, si supiera como hacerlo o hubieran líderes que asumieran ese rol situacional en la reorientación de las cosas en el mundo. Alex Carrel, en su obra La Incógnita del Hombre, tenía esa visión.

Una labor a macro plazo: hacia el año 30.000 de nuestra era, se podrá hacer realidad este objetivo, gradualmente, tal como lo aseveran los grandes utopistas: Henry Poincaré, H. G. Wells, Georges Bernard Shaw y Aldos Husley; y tal como lo percibiera el autor del salmo 105, al proyectar ese logro después de mil generaciones: 1.000 generaciones con un promedio de 30 años, y calculando que fuera escrito hace cuatro mil años, o tres, nos ubicaríamos en torno al año 27.000 o 28.000 mil de nuestra era. Viendo al primero de la fila, y al último de la misma, mientras se nivelan todos los que están en el medio, si se dedican al estudio integral, la edad de oro del planeta se forjará en  torno esa, aparentemente, lejana época. Empero, ese lapso es apenas menos un segundo en el eterno presente. Largo camino de aprendizaje para alcanzar un nivel a partir del cual realizar el verdadero trabajo al cual está destinado el planeta tierra a partir de entonces. Hablando de esto, en un foro, en la ciudad de Sevilla, una señora me dijo; -Es mucho tiempo. Ciertamente, lo es. Los líderes del futuro deben ser capaces de proyectar el progreso de la humanidad a corto, mediano, largo y macro plazo, en los ciclos históricos, económicos y espirituales. Requiere estudio integral. En la economía existen más de 200 años de registros de ciclos económicos: menores, mayores y de largas oscilaciones. Léon Tolstoy, en su obra La guerra y la Paz, al final de la misma, demuestra tener una excelente lucidez sobre los ciclos históricos, al igual que el salmista, y los grandes utopistas.

Los ciclos espirituales, se pueden observar fácilmente, viendo como frente a los grandes movimientos oscurantistas, de la historia, emergen grupos de espiritualidad elevada, o movimientos, como el humanismo y el Renacimiento, que representan el equilibrio entre la luz y la oscuridad, por el cual, la humanidad en su camino hacia el progreso, siempre hará florecer el bien sobre su polaridad opuesta. El bien predomina sobre el mal, la luz evacua la oscuridad, la belleza opaca la fealdad, el equilibrio es la ley de la vida, en una eterna polarización.

Por eso, es preciso prepararse en las leyes de la vida, para conocer el verdadero sentido de la misma, así como el propio potencial y vivir una vida plena donde la manipulación que de múltiples formas se utilizan para mantener encajonadas a las diferentes poblaciones de los países del mundo, fuesen neutralizadas para que el planeta tierra sea el lugar que está destinado ser en los planes divinos: Un oasis de justicia, de felicidad y de progreso integral. Un buen ejemplo del reino animal. Y después hay algunos que dicen que los animales no piensan. La pregunta es: Piensan los seres humanos? Usted que cree? Personalmente podría anteponer unos cuantos ejemplos que pe permiten tener algunas dudas razonables. Es posibles que algunos seres humanos piensen ; que otros lo hagan de vez en cuando; que los que más se cree que piensan, no lo hacen; y que la mayoría se maneja por matrices de pensamiento hábilmente manipuladas, y construidas, comúnmente aceptadas como verdades temporales, por las que se rigen, hasta que otras ocupen su lugar, pero que van siendo aceptadas sin que, la mayoría tenga la capacidad de discernimiento, para percibir una cosa de la otra. Y el que más cree estar en los cierto, y defienden su opinión a ultranza, son casi siempre, los que menor idea tienen de lo que hablan. Quien se tome la molestia de mirar con detenimiento, observará detalles al respecto, convincentes. Si no fuera así, tendríamos un mundo perfecto, aunque perfectible. Los animales, en cambio, saben cuando saben, sin que nadie le engañe, y viven, como sugerían los estoicos, en armonía con la naturaleza, hasta que el hombre les saque de su ambiente. El estudio integral de todas las corrientes de pensamiento aportará la visión amplia, integral, que iluminará la conciencia perceptiva, comprensiva y realizadora. Sólo así, cada día más y mejor, el ser humano podrá percibir, comprender y realizar mejor el objetivo por el cual ha sido colocado sobre el planeta tierra. Hay mucho que aprender del reino animal, vegetal y mineral, y también, de los humanos más lúcidos que han vivido en todas las épocas y países: Para muestra un botón: Homero, Sócrates, Platón, Plotino, Cervantes, Leonardo Da Vinci, Marsilio Ficino, Allan Kardec, Ibn Arabi, Rumi, Alexis Carrel, José Ingenieros, Ralph Waldo Emerson, Allan Kardec, Léon Denis, Amalia Domingo Soler, Concepción Arenal, Giuseppe Mazzini, Ibn Jaldun, Sidharta Gautama, Confucio, Lao Tse, Lie Tse, Chuan Tze; Pantajali, Moisés Maimonides, Ibn Gabirol, Victor Hugo, Benjamín Franklin, y Cervantes, entre tantos otros.

Un tema denso de meditación, que no es fácil, pero sí necesario, que cada día mayor número de personas, cada día, asuma su cuota de cooperación, en forma más efectiva, para tomar las riendas de sí, que, en definitiva, es lo único que importa. La verdad hace a la gente libre; los valores la fortaleza; la templanza, la equilibra, el amor, le otorga el poder supremo; la justicia, le permite medir las consecuencias de sus pensamientos, sentimientos, palabras y actos; y la belleza, el decoro, el pudor y la vergüenza, le permiten desarrollar su DIGNIDAD y auto-estima, que le harán respetar, respetando al genero humano. Con respeto al libre albedrío y a la dignidad humana y divina, de los demás seres de los cuatro reinos de la naturaleza, se construye un mundo mejor. El mundo en el que cada quien anhela vivir, y que es preciso que lo construyamos nosotros mismos, o por lo menos, hagamos la parte que nos corresponde, a cada quien, ahora. Adelante.

Tema en reflexión y revisión....

DOS CAMINOS


DOS CAMINOS

©Giuseppe Isgró C.


Escudero, -dice Hidalgo:
Hay sólo dos caminos: el correcto, es decir, la vía recta, que es la más corta para llegar a la verdadera meta, más allá de las apariencias, y la otra, la incorrecta, la tortuosa, que no conduce a la meta asignada por el orden de las cosas, y que, más bien, aleja de ellas, saliendo del orden natural de los valores, y en forma esencial, de la justicia inherente a todas las cosas.
Los primeros, cosechan gloria inmortal, en el decir de Homero, y de Simón Bolívar, El Libertador, -el hombre que lo dio todo para la Independencia de Latino-América. Los segundos, al alejarse de la línea recta, de los valores y del sentido de la justicia, cosecharán oprobio y el repudio de sus contemporáneos, y la historia los olvidará, como olvidó a incontables que han sido azotes para la humanidad y que hoy ni siquiera se quiere pronunciar sus nombres.
A qué tantos afanes para estar indebidamente en el poder cuando en forma mayoritaria nadie le quiere. Por la fuerza? Si fuera posible lograrlo, qué méritos tiene? El día que hagan conciencia, la vergüenza que experimentarán no le hará encontrar ningún hueco donde esconderse.
Gente con poca dignidad quiere abrogarse el derecho de gobernar usando subterfugios que a nadie escapa la indignidad del acto, cuanto menos a la Divinidad. Esto ocurre a nivel mundial, no solo en un país determinado. Mientras más errores se cometan de este tipo, más éstos les acercan a su salida del escenario de una manera poco honrosa. Gobernar en forma indebida, puede alguien imaginar que no recibirá, oportunamente, la lección de la vida, que le hará experimentar en carnes propias, la lección que precisa: HAY QUE RESPETAR. Y esto del respeto va con todos, hasta con aquella persona indigna que en un edificio, estorbándole la presencia de un gatito, le coloca comida envenenada, para despacharlo a mejor vida. Son actos cuyo nombre que merecen, nosotros no lo pronunciamos, porque, cualquier cosa que digamos de ellos, le haríamos un favor, ya que son incalificables, y cualquier calificación le beneficia.
Hay países que, como Venezuela, ha demostrado madurez política y no ha caído en provocaciones para utilizar acciones que trasciendan la vía pacífica. Siempre Venezuela ha superado sus horas menguadas y menos fáciles. Todos los líderes venezolanos, con sus aciertos y sus errores, han demostrado amor por Venezuela, y honrado la historia. Y la historia, que se repite, una y otra vez, demostrará una vez más, que está cerca su dorado amanecer, después de esta noche oscura, porque es ley de vida que así sea. Venezuela está destinado a ser uno de los mejores países del mundo, no una granja de unas pocas personas que equivocaron el camino y que, el orden natural de las cosas, ubicará en su verdadera realidad, donde, por sí mismos, beberán la sopa de su propio chocolate para que vean a que sabe, a ver si le gustará lo mismo que han hecho tomar a otros. Esto, porque siempre ha sido así, es ley de vida, y ésta se hace cargo, silenciosamente, de hacer justicia, y nadie se entera de ello, porque la naturaleza no hace alardes.
Es bueno tener presente, que hacer el bien es mejor que lo contrario, porque el bien y el mal que se haga regresa a cada quien que sea su ejecutor.
Las nuevas generaciones deben ser educadas en los valores, para que no se repitan acciones que deben ser olvidadas, para que no haya nadie que quiera emularla como un ejemplo. Solamente deben ser recordados los actos ilustres, dignos, ejemplares, cuya emulación dignifica.
No vaya a creer nadie que Venezuela está desprotegida, o cualquier país del mundo donde ocurran, temporalmente, cosas cosas que jamás debieron haber ocurrido, pero así es la vida, ocurren y basta, hay que asumirlas. Pero, el orden superior de las leyes divinas, inspirará las acciones heroicas que volverán a gestar la Gran Patria de Bolívar, de Páez, Sucre, Miranda, Andrés Bello, Uslar Pietri, Carlos Andrés Pérez, y tantos otros.
Enviemos un pensamiento de paz constante a la humanidad del planeta tierra, y sobre todo, con el ejemplo, sembremos cada quien, los valores que ayuden a gestar la realidad anhelada por la gente de conciencia más lúcida y elevada. Hasta por esos infelices que andan por los caminos torcidos, hay que enviar una bendición, para que la divinidad les ilumine y les haga rectificar a tiempo, soltando lo que no les es inherente y oportuno, porque ellos, sin darse cuenta, están cavando más hondos el pozo del que le costará más tiempo, luego, al hacer conciencia, salir, reivindicándose. Aún estos individuos, en los planes de Dios, tendrán la oportunidad de reivindicarse, pero, cuándo experimentarán para depurarse, pero, en los planes de Dios, el tiempo siempre está presente, y es eterno, deberán rectificar y lo harán, tarde o temprano. Cuando la luz divina de los valores universales penetre en la conciencia de cada ser, tendremos un mundo mejor. Así sea.
Adelante.


UN PLAN DE VIDA



 UN PLAN DE VIDA


 ©Giuseppe Isgró C.


     Desde una perspectiva trascendente, se percibe que cada existencia está regida por un triple plan.
     Primero: El plan de Dios para cada ser en los cuatro reinos naturales. Contempla el eterno retorno del ser individual al Ser Universal, o Divinidad.
El objetivo inherente es: Desarrollar, eternamente, el ilimitado potencial de los atributos divinos, por medio de la experiencia.
Dichos atributos son los sentidos cósmicos del ser, que aportan la sabiduría de los valores universales y aprovechan el poder creador potencialmente infinito de que se dispone para realizar la ilimitada expansión del universo.
Los valores universales que representan a los atributos divinos, se expresan por el lenguaje de los sentimientos en la conciencia de cada ser, en los cuatro reinos naturales. Constituyen la guía perceptiva, comprensiva y realizadora que rigen los pensamientos, los sentimientos, las palabras y los actos; y, también, los deseos, los anhelos, los propósitos y los objetivos a corto, mediano, largo y macro plazo.
Por la experiencia, cada ser acrecienta la conciencia de lo que ya posee de por sí, como emanación de la Divinidad, sin separarse de la Divinidad y sin dejar de ser la Divinidad.
La experiencia se adquiere por la eterna polarización de un estado de conciencia a otro más elevado. Acrecienta, a la vez, el conocimiento de sí, percibiendo la Unidad en la multiplicidad universal, dándose cuenta de que todo es Uno.
Segundo: Cada ser realiza, en cada nuevo ciclo de vida, el plan que previamente efectuara en la dimensión espiritual, antes de reencarnar.
De acuerdo al pensum de estudios del planeta de turno, este plan le permite adquirir el aprendizaje respectivo sobre gran variedad de temas, en determinados niveles.
A la vez, optimiza sus aptitudes, es decir: Su capacidad de percepción, comprensión y realización acorde a la suma existencial que le es inherente. A tales efectos, asume objetivos de cooperación en la sociedad en que interactúa y obtiene el salario cósmico.
Las pruebas existenciales son antepuestas por cada ser, como vehículos para fortalecer los puntos menos fuertes, y así transmutarlos en fortalezas. Algunas veces, se presentan como adversidad que no es otra cosa que una ayuda providencial que le facilita su labor de aprendizaje y elevación de conciencia. Expresan el potencial infinito que se posee, el cual va aflorando de acuerdo a la magnitud de necesidades que experimenta, en el día a día.
Paralelamente, aflora la sabiduría de los valores universales, la de los atributos divinos, que son análogos análogos a los de la Divinidad.
Algunas de esas pruebas antepuestas por sí mismos, no son otra cosa que la sopa del propio chocolate que, con anterioridad, se le dio de beber a otros. Es para reconocer si es agradable o no, y de esta manera, se perfeccionan las interrelaciones entre los seres. Se aprende a no dar a otros lo que no se quiere para sí, dando, en cambio, lo mismo que se anhela.
La suma existencial de cada ser, representa la siembra y recogida. Permite recibir compensaciones, y otorgar aquellas de las cuales se es deudor, por la ley del karma.
El mecanismo de la suma existencial lo rige la ley de la justicia divina, cuyo fiel de la balanza indica el orden en el cual la ley de afinidad le ubica o reubica, constantemente.
Los factores determinantes son: los pensamientos y los sentimientos, que, en ambas polaridades, activan la ley de atracción, por la que se atraen a la propia vida a los elementos coadyuvantes afines, y se repelen los contrarios. Se crean las propias circunstancias, según la polaridad cultivada, o las expectativas que se tienen.
Los deseos, los anhelos, los propósitos y los objetivos, traducidos en palabras y actos, activan a la ley de justicia, la de igualdad, la de compensación y la de afinidad. En otras palabras: A la ley del karma y el vipaka. Es lo mismo que decir: causa y efecto, acción y reacción, siembra y recogida.
Tercero: Es el plan de vida que cada ser efectúa en la dimensión física, para regir su vida, en cada fase, en base a objetivos y resultados previamente establecidos por su orden de importancia, o prioridad, a corto, mediano y largo plazo, para resolver situaciones, o para alcanzar logros que aporten cambios significativos en la propia existencia. Esto permite tomar las riendas de la vida en las propias manos.
Es imprescindible escribir los objetivos, para darle un carácter de permanencia. Constituye, a la vez, uno de los secretos más poderosos para alcanzar la realización de las propias metas existenciales, sean cuales fueren, si no se abandona a mitad de camino. Es decir, si se persiste con tenacidad hasta hacer realidad lo que parecía imposible. Con tiempo se percibe que todo es posible para una mente decidida y dispuesta a pagar el precio en esfuerzos, estudios, trabajo y amor ilimitado.

Adelante.

HACER, ÚNICAMENTE, LO JUSTO.


HACER, ÚNICAMENTE, LO JUSTO.

©Giuseppe Isgró C.


Escudero, -dijo Hidalgo-:

Para practicar el desapego, es preciso, antes, no hacer nada que no sea justo para todas las partes involucradas.
Un líder, Escudero, -continuó Hidalgo-, debe ser inteligente, respetuoso y justo.
Inteligente, porque todo camino tiene un comienzo y un final. Cuando llega el final, hay que darle paso al líder que viene de atrás, que le toca el turno. De nada sirve querer perpetuarse en el poder con vanas excusas de trasnochado, ya que, como decía Don Quijote: -"Tiempo hay de comenzar y tiempo de terminar". El líder inteligente cumple con esta regla de oro, no sólo que la cumple, sino que prepara a sus líderes que puedan suplirle en el cargo, caso contrario, él se estancaría. El líder inteligente pasa al siguiente rol, de mayor relevancia, y así ´él continúa creciendo como ser humano y como líder.
El líder inteligente, además, Escudero, cuando percibe que equivocó el camino, se retira a tiempo, antes de que le saquen del escenario, que sería más oprobioso. Porque, Escudero, detrás de todo líder siempre hay alguien más que lo pone, y lo quita, y de eso hay muchos ejemplos por demás conocidos que no es preciso enumerarlos.
Por otra parte, Escudero, el líder que no queriendo dejar el cargo, aún pidiéndolo, buscando excusas, o ejerciendo la influencia de su 
aparente poder, o fortaleza, es porque es un líder que no tiene vergüenza. Y líderes sinvergüenzas, Escudero, a lo largo de mi vida, he visto muchos, en todos los niveles; Nacionales, regionales, empresariales, gremiales, condominiales, sindicales, y también del tipo de los que mencionaba el ilustre Miguel de Cervantes y Saavedra, en su obra Rinconete y Cortadillo, que te sugiero leer. No mencionamos el nombre de ningún líder sinvergüenza, Escudero, para que la historia los olvide, y nada tenga malos ejemplos que emular. De este tipo de líderes con ausencia de vergüenza, hablaremos en el parágrafo siguiente.

El respeto: Escudero, -dice Hidalgo-, el líder que se respeta, lo hace, a su vez, con todas las personas con quienes se inter-relaciona, y cuanto más a quienes representa. El líder respetuoso, representa, por igual, con el mismo espíritu de justicia, a todos los integrantes del grupo integral. El líder parcial es de futuro incierto, ya que, antes o después, pagará cara su osadía. Porque, Escudero, otra cosa, también, es cierta, el mango de la sartén suele cambiar de manos cuando menos uno lo espera, y el nuevo poseedor el dicho mango, dará su sartenazo oportuno aplicando todo el rigor de la ley de amor, justicia y compensación, en forma justa y perfecta. La ausencia de respeto, en el líder, es ausencia de fortaleza. Hay que respetar con la verdad por delante, pero, también, Escudero, hacerse respetar, por cuanto entre los seguidores, también hay muchos que merecen reprimenda: se su conciencia y de la justicia humana y divina.
La justicia divina es toda ojos, ve con claridad y da según el merito inherente, pagando el salario cósmico, o el anti-salario. Y de acuerdo al saldo existencial, ubica o reubica, a cada quien, en el orden cósmico, que le es inherente.
Por eso, como decía Ulpiano, -el jurisconsulto romano-: Hay que dar a cada quien lo que le corresponde. Si se es justo, se experimenta una conciencia en paz, que aporta la verdadera felicidad. El deber cumplido permite el sueño tranquilo y reparador, cada noche, teniendo la conciencia satisfecha, y con nada que recriminarle. No es poca cosa, Escudero.
Recordemos, Escudero, lo que dijo Oswald Wirth: -“No debéis querer, sino lo que merece ser querido si aspiráis al poder de mando”-.
Comprendo, perfectamente, Hidalgo.
Ahora, Escudero, pongamos algunos ejemplos de como Don Miguel de Cervantes y Saavedra, clasificaba a los líderes:
–“A cuatro clases de linajes se pueden reducir todos los que hay en el mundo, que son estas: 1) Que tuvieron principios humildes, y se fueron extendiendo y dilatando, hasta llegar a una suma grandeza; 2) Que tuvieron principios grandes, y los fueron conservando, y los conservan y mantienen en el ser que comenzaron; 3) Que aunque tuvieron principios grandes, acabaron en punta,, …. habiendo disminuido y aniquilado su principio hasta parar en nonada, como lo es la punta de la pirámide que respeto de su base o asiento no es nada; 4) otros hay, y éstos son los más, que no tuvieron principio bueno, ni razonable medio, y así tendrán el fin, sin nombre, como el linaje de la gente plebeya y ordinaria”.
• –“De los primeros, que tuvieron principio humilde y subieron a la grandeza que ahora conservan, te sirva de ejemplo la Casa Otomana, que de un humilde y bajo pastor que le dio principio, está en la cumbre que les vemos”.
• –“Del segundo linaje, que tuvo principio en grandeza y la conserva sin aumentarla, serán ejemplo muchos príncipes, que por herencia los son, y se conservan en ella sin aumentarla ni disminuirla, conteniéndose en los límites de sus estados pacíficamente”.
• –“De los que comenzaron grandes y acabaron en punta hay millares de ejemplos.
• –“Del linaje plebeyo no tengo que decir sino que sirve para acrecentar el número de los que viven, sin que merezcan otra fama ni otro elogio su grandeza”-.
• –“Solamente son grandes e ilustres quienes lo muestran en la virtud, y en la riqueza y liberalidad de sus dueños”-.
Es preciso, Hidalgo, -dice Escudero-, leer, y releer el Quijote, y todas las obras de Cervantes, por la inmensa sabiduría que contienen, cuya enseñanza es para todos los tiempos venideros, ya que los valores universales de los que están imbuidas, son eternos e inmutables. El amor, la prudencia, la justicia, la fortaleza, la templanza, la a belleza y el bien, son valores eternos. Lo que cambia es la conciencia de cada quien, que, a medida que asciende, ve más lejos en el horizonte.
Excelente y sabias palabras has dicho, Escudero. Así es, para gloria del Eterno.


MEDITACIÓN EN DIOS Y SUS ATRIBUTOS


MEDITACIÓN EN DIOS
Y SUS ATRIBUTOS

©Giuseppe Isgró C.


Afirma, en la noche, antes de dormir, o en la mañana, al levantarte, durante 22 días; luego, cada vez que tú quieras.
Realizo, ahora, este ejercicio de meditación:
Me relajo física, mental y espiritualmente, contando de tres a uno: 3, 2, 1.
Ahora estoy ya relajado a nivel físico, mental y espiritualmente. 
Visualizo un triángulo luminoso y repito, tres veces -o un número múltiplo de tres-, el nombre de la Divinidad: Eloí, Allah, Dios u otro de mi preferencia. Cada vez que lo pronuncio, lo asigno en una de las puntas de un triángulo equilátero que imagino frente a mi, empezando por el vértice superior, luego el derecho y después el izquierdo -. (Repite el proceso cuantas veces quieras).
Acto seguido, afirmo:
-Entro en conexión espiritual con la Divinidad, aquí y ahora; (Repetir tres veces),
Formo una unidad cósmica perfecta con la Divinidad, aquí, ahora y siempre.
La Divinidad es en mí perfecta luz que ilumina mi espíritu, ordena mi vida y armoniza todos los aspectos de mi actual existencia.
El amor de la Divinidad fortalece mi espíritu; su justicia compensa la abundancia de mi vida; su fortaleza potencia mi voluntad, su templanza equilibra mi ser y su sabiduría me guía en todos los aspectos esenciales, siempre.
Dejo que la Inteligencia Infinita actúe en mí y en todas las circunstancias de mi actual ciclo existencial, a nivel físico, mental y espiritual y acepto cumplir con su voluntad en todo, aquí y ahora. Hecho está. Gracias Divinidad, por tu luz, guía y protección.
Con este ejercicio siento que la luz fluye desde mi interior y va iluminando mi vida, ordenándola y armonizándola en todos sus aspectos y niveles.
Al repetir el nombre de la Divinidad en la forma indicada, lo hago hasta observar que se abre una puerta y me permite el acceso al interior; allí, en la presencia de Eloí, me es entregado un vaso trasparente lleno de un líquido luminoso, -es la sustancia cósmica, la esencia divina-, lo ingiero.
Acto seguido me es entregado un tubo transparente luminoso, cerrado por la parte superior, me lo coloco por la cabeza y me envuelve como un escudo protector luminoso, de luz blanca transparente e impenetrable salvo para la luz y otros elementos de igual elevación. Una vez colocado el tubo transparente, hago las siguientes afirmaciones:
La divina perfección de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección de la luz de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección de la salud de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección del amor de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección de la sabiduría de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección de la justicia de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección de la fortaleza de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección de la templanza de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección de la belleza de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección del perdón de de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección de la tolerancia de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección de la prosperidad de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección de la riqueza de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección de la abundancia de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección del equilibrio de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.
La divina perfección del autodominio de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.

La divina perfección de la serenidad de la Divinidad se expresa en mí aquí y ahora.

LA NUEVA EDAD DE ORO


LA NUEVA EDAD DE ORO

©Giuseppe Isgró C.

Oswald Wirth, a finales del siglo XIX, dijo: -
"Sepamos permanecer siempre aprendices, porque nunca habremos terminado de aprender".

Ciertamente, este gran hijo de la luz, tiene razón. Aunque tengamos cien años, es preciso considerarse estudiante eterno y adquirir conciencia, gradualmente, de la parte de ignorancia de turno que debemos atender para transmutarla en conocimiento. 
Somos eternos aprendices y precisamos transformarnos en auténticos pensadores. 
Mortimer Adler, en su libro inicial de la colección de los grandes libros del mundo occidental, cuyos 54 tomos incluyen 453 libros, comenzando con la Iliada y la Odisea, y terminando con Psicologia, de William James y las obras selectas de Freud, pasando por Platón, Aristóteles, Plutarco, Plotino, Cervantes, Herodoto, e incontables otros. No incluía ni a Emerson, y a otros que no cuajaban en su estricta selección, pero que, también son fundamentales. No incluían a las obras de la India, China, Japón, la civilización árabe, que tantas y tan profundas obras de sabiduría contiene. 
Mortimer Adler decía que, para que la opinión de una persona pueda ser tomada en cuenta, era preciso que hubiese estudiado ese legado de las 453 obras del mundo occidental.
Y, por supuesto, agregamos nosotros, el resto de las grandes obras de las demás regiones del mundo, incluyendo a los grandes autores latino-americanos, que tampoco están incluidos en aquella selección, como Alfonso Reyes, Jorge Luís Borges, Juan Montalvo, Gabriela Mistral, Amado Nervo, Arturo Uslar Pietri, Joaquín de Olmedo, Domingo Faustico Sarmiento, Augusto Roa Bastos, Mario Vargas LLosa, José Enrique Rodó, José Ingenieros, Mariano Picón Salas, German Arciniegas, Octavio Paz, Simón Bolívar, y por supuesto, a Emerson, a Wlt Witman, Napoleón Hill, Benjamín Franklin, a Rumi, Ibn Arabi, Moisés Maimonides, y pare usted de contar.
Una sola vida es insuficiente para estudiar y asimilar el gran legado humano al alcance de todos. 
Quien esto escribe, ha conocido grandes lectores, con grandes bibliotecas selectas, de las que que no deberían faltar una en ninguna casa. 
Si queremos un mundo cada día más perfecto, precisamos desarrollar gente pensante, que se involucren, no solo en la práctica de todas las virtudes, sino en enrolarse en la política para reivindicar, aún en un mejor grado, el derecho de construir un mundo feliz. 
Un mundo feliz, no precisamente el que imaginó Aldous Husley, en su novela del mismo nombre, de seres autómatas, sino de gente pensante, no manipulables por las corrientes tradicionales oscurantistas, sino forjadoras de nuevas eras de luz, con una humanidad justa y perfecta. 
Esta utopía será realidad, en el planeta tierra, en torno al año 26.000 de nuestra era. Nos tocará venir unas cuantas veces con la misión inherente, hasta que ese ideal se convierta en realidad: LA NUEVA EDAD DE ORO. 
Adelante.

EL REINO DE LA VIRTUD: La dimensión divina.


EL REINO DE LA VIRTUD:
La dimensión divina.

©Giuseppe Isgró C.


–“Dios no puede exigir de los seres más que el ejercicio de las virtudes, cuya esencia ha colocado en su Espíritu, y nada nos ha dado más que el designio de hacernos feliz”. Giacomo Casanova
Como es adentro es afuera; y, como decía Hermes Trimegisto, -El Mensajero-, como es abajo es arriba, y viceversa, para que se realice el prodigio de la Creación, o la Gran Obra.
Sólo meditar en esto nos indicaría como está conformada la parte espiritual del planeta tierra, en el que se precisa la realización de un trabajo de enseñanza y aprendizaje, en ambas dimensiones.
La conciencia del humano virtuoso es un faro de luz, primeramente, para sí, luego, su ejemplo, lo es para los demás.
Para que el reino de la virtud se implante en cualquier mundo del universo, es preciso que los valores se cultiven en el ser interior, gradualmente. Un largo camino de aprendizaje, en el eterno camino de retorno del ser individual al Ser Universal.
El sentimiento de los valores del amor, de la justicia, de la prudencia, de la fortaleza, de la templanza y de la belleza, que es la auténtica sabiduría, permite el equilibrio interior y el dominio de sí sobre el mundo exterior, para ser capitán del propio barco y evitar ir a la deriva, que significaría dirigirse a ninguna parte.
El gran Pedagogo de los valores universales, es el Ser Supremo, -en el reino de la conciencia- mediante el lenguaje de los sentimientos, precisamente, de los valores, entre los cuales hay que incluir la vergüenza, la humildad, la paciencia, la constancia y el trabajo, el estudio y la sana recreación del Espíritu. También, el perdón, para auto-liberarse, y activar las leyes de justicia, la de compensación, y la de afinidad, ordenadora de todas las cosas, y personas, en el universo, por el grado de similitud.
El reino de la virtud de Don Quijote, y la de Sancho Panza, que el genio de Cervantes ejemplifica en todas sus obras, será implantado en el planeta tierra a partir de cada ser humano, ya que los otros tres reinos, sobre los cuales el hombre se siente superior, son, ya, de por sí, virtuosos. Ya lo decía Giacomo Casanova: –“Los principios de aquello que sabemos no pueden más que haber sido revelados a los que nos los han comunicado por el grande y supremo principio que los contiene a todos. La abeja que hace su colmena, la golondrina que hace su nido, la hormiga que construye su agujero y la araña que urde su tela, nunca hubieran hecho nada sin una revelación previa y eterna”-.
El reino de la virtud, es el de la Divinidad y los atributos divinos, o valores universales, estudio eterno de los seres, en los cuatro reinos naturales.



El poder de Don Quijote

El poder de Don Quijote
©Giuseppe Isgró C.

Su visión y su serenidad:
Su visión de la Divinidad como fuente universal, y la del ser humano que, en esencia, es bueno.
Esta visión le conduce a emprender su misión de enseñar al ser humano su percepción de la Divinidad, proyectando su experiencia que si en Ella se confía, se recibirá la inspiración de la sabiduría universal, y el flujo de energía creadora, tal como ocurrió con él. Luego, su propósito esencial es el de educar al ser humano con los valores universales, expresión tangible de los atributos divinos, y soporte de los principios que rigen la ley cósmica.
Don Quijote se proponía arreglar el mundo, educando, primeramente, al ser humano, con los valores esenciales, valores plasmados, por Cervantes, en su magna obras, El Quijote, en las Novelas Ejemplares y en toda su producción literaria, alcanzando, en su última, Los trabajos de Persiles y Sigismunda, además del mensaje a que nos tiene acostumbrado, a plasmar una prosa divina, con un estilo sublime, comparable, y no menor que el del aeda inspirado, -divinamente- Homero.
Es tal el entusiasmo que aquilata el carácter de Don Quijote, que contagia a su escudero, Sancho Panza, héroe de igual calibre que el del Caballero del contentamiento divino, que, cuando el Hidalgo vuelve de la trascendencia divina a la humana, Sancho, imbuido del fervor divino, se rehúsa volver a la vida normal, y anhela permanecer en la trascendencia del ser, en conexión divina, desapegándose del ego, que es una de las claves cervantina.
Lo que hacen inmortal, y para todos los tiempos, precisamente, la obra cervantina, son los valores universales con que está plasmada, y la trascendencia de lo humano en lo divino. Señala el camino, al igual que lo hicieran los grandes Profetas y mensajeros divinos de la humanidad.
Cada nueva generación va descubriendo elementos nuevos y más profundos, perdurables y eternos al igual que los valores universales, que son el tema de estudio perenne de los seres, en los cuatro reinos naturales, percibiendo, gradualmente, la infinita sabiduría del reino indiferenciado de la Divinidad.
La serenidad, es el reflejo de la prudencia, del sentido de justicia, del de la fortaleza y templanza, del de la belleza y de la confianza en la Divinidad, guía certera de cada ser, en los cuatro reinos naturales. Es la serenidad del hombre justo y siempre perfectible, que además, busca la constante perfección y purificación, o depuración, de su ser.
Adelante.


viernes, 25 de noviembre de 2016

LAS LÁGRIMAS DE UN PAYASO


LAS LÁGRIMAS DE UN PAYASO

©Giuseppe Isgró C.


Santo Berto, hombre triste, desafortunado,
por la vida dando tumbos fue avanzando.
Mil labores, mil desdichas y sinsabores
de su ser la existencia curtieron.

De las labores todas, suerte probó,
cual si ellas largas avenidas fueran,
que sus anchas vías ofrecieranle paso
por el que sin rumbo fijo avanzar.

Cuando sastre, mal se las andaba,
pues su sentir allí no estaba.
Quizá, pensó, arreglando de los pies los guantes
satisfacer su inquietud podría.
Pero no, por doquier buscaba
la inquietud crecía, se atormentaba más su ser.
Sus lánguidos y tristes ojos reflejaban pesadumbre.
Todo su ser de tormento antro era.

En su mente, mil preguntas formuladas,
desarrollaban escabrosos temas.
Él, que en la vida “no era nadie”
pensaba cual si profundo filósofo fuera.

Algunas veces,
con de tormento desatada pasión,
terminaba preguntándose en grito enfurecido:
-¿Por qué las pobrezas,
por qué buenos y malos,
sabios e ignorantes?
¡Parecíale que el Ser Excelso
fuera el más injusto de de los seres todos!

Un día,
con la llegada a la ciudad, de un circo,
en el que habían acróbatas, fieras domadas,
y todo lo que en un circo hay,
…………hasta payasos,
despértole extraña idea.

-“Eso es, -exclamó Santo Berto-,
-¿cómo no lo había antes pensado?
-¿Por qué no probar a ser payaso?
Al tiempo que reflexionaba:
-“Ellos que tanto hacen reír,
¿cómo será su mundo?
Bien pronto habría de saberlo,
pues, sin más pensarlo, payaso se hizo.

Pasaron los años luengos,
Santo Berto seguía de payaso.
Había viajado por el mundo todo,
haciendo reír a grandes y chicos.

¡Cómo divertía!
¡Era el payaso más cómico
y que más hacía reír!

Pero nadie imaginar jamás podría
que Santo Berto fuera hombre triste,
que la vida ansiaba conocer
y que atormentado yacía en sus incógnitas causas.

Pero eso sí, en sus andanzas por la vida
sabía lección había aprendido,
por lo que pensaba:

-“Mientras el hombre ríe,
no es malo ni pobre,
es sabio, es rico”-.

Ese era el fruto de su vida de payaso,
por eso era el hombre más cómico
y que más hacía reír.

Pero mientras todos reían,
de sus ojos gruesas lágrimas
derramabanse.
El sentimiento del hombre
que siendo grande es niño, se diluía,
eran las lágrimas de un hombre triste
que hacía reír.


Puerto La Cruz, Venezuela, 1970.

Recitada en el Programa "ATARDECER POÉTICO", 
por Antonio -Totoño- Lara, en Radio Puerto La Cruz, en 1970.