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domingo, 31 de diciembre de 2017

SI BOLÍVAR VOLVIERA


SI BOLÍVAR VOLVIERA…..

©Giuseppe Isgró C.



Si Bolívar volviera,
seguro que no reconocería
la Venezuela que encontraría.

Ni aquellos conductores del hispano imperio, de Carlos V, en que el sol jamás se ponía, fueron tan terribles verdugos, excepto Monteverde, Boves y en no menor escala, Morales.

Boves, encontró su Úrica, -04 de diciembre de 1814-, para  que quedara prueba  de que nada queda impune; antes o después.

En el tiempo perfecto de Dios, cada quien encuentra la horma divina que corrige al que se cree Dios sin serlo, o mejor dicho, “siéndolo”, le ofusca el velo de la separación e impide que la Divinidad actúe dentro de su conciencia, como guía en todo lo que haga.

Aún Pablo Morillo y sus allegados, masones egregios al igual que Bolívar, Páez, Sucre, Urdaneta y tantos otros, siendo de bandos opuestos se respetaban y su gran dignidad humana le hizo comprender lo inútil de aquella sangrienta guerra entre fraternos seres.

Sucre, por orden de Bolívar, en el tratado de Trujillo, logró humanizar aquella contienda civil sin razón; mientras que en Santa Ana, durmiendo una noche, o varias, ambos grupos de rivales, bajo el mismo techo, después del triple abrazo fraternal, acuerdan ponerle fin a la guerra de Independencia. Al poco tiempo Venezuela sería libre.

Se me dirá, que eran otros tiempos; sí, es verdad, también es cierto que era otra gente. Su dignidad, honor, hidalguía quijotesca, eran de alto quilate, buscando deshacer entuertos, para encontrar lo mejor para las partes involucradas.

Al salir de allí, Bolívar ordenó, que los que habían dormido con él, bajo el mismo techo, “fueran respetados como personas sagradas mientras estuvieran en suelo patrio”. Al poco tiempo, Morillo regresó a España. Después, con la Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, en que Páez cosechó gloria inmortal por su acción libertadora de la patria, del yugo opresor, y posteriormente, con la toma del Castillo de Puerto Cabello, por el mismo Páez, y luego, en 1824, con la Batalla Naval de Maracaibo, se puso punto final a aquella guerra sin sentido, por ser hermanos los que luchaban.

Cuando en 1835, Carlos Soublette y Daniel Florencio O´Leary visitan a Morillo, en España, éste le expresa a aquellos, la admiración que le tenía a su egregio rival, Simón Bolívar. Al conocer que O´Leary se proponía escribir las Memorias sobre El Libertador, le entrega una enorme cantidad de documentos que los patriotas habían dejado abandonados en sus rápidas salidas y que aquel hidalgo español conservaba como un tesoro. Las Memorias de O´Leary, en su 34 tomos, es lo mejor que se ha escrito sobre la Guerra de la Independencia.

La pluma se niega mencionar nombres de quienes han estado muy lejos de esta hidalguía admirable, y de los que, en la hora actual, se han convertido en zozobra de sus hermanos. A veces me parece que se asemejan algunas cosas a las de los años terribles de 1813-1814, en que Boves azotaba a Venezuela. Me he preguntado, muchas veces, si Boves haya reencarnado. Y si fuera así, qué volvería a hacer, salvando la distancia del tiempo, que usa otros métodos, pero, con el mismo resultado? Confieso que no tengo la respuesta. Solo preguntas.

Si Boves hubiese reencarnado, entonces hay esperanza:
También lo harán, o ya lo hubieren hecho, Bolívar, Sucre, Urdaneta, Páez, y tantos otros que dieron todo por la Patria. Es tiempo de esperar, para ver los resultados. Si así fuere, muchos deberían comenzar por preocuparse. Este tipo de gente se rige por auténticos valores patrióticos.  

El ritmo de la historia se equilibra a si mismo, y frente a la oscuridad nefasta, madre de horrendas crueldades, emerge, brillante, la luz que la evacua, por si sola, casi sin esfuerzo alguno.

 Perded toda esperanza, vosotros que creéis que por caminos inicuos de la injusticia y de otros subterfugios permaneceréis en el poder por largo tiempo.

Vuestra hora, minuto y segundo están ya marcados en el tiempo justo y perfecto de Dios. Y esto va con todos, nadie escapa. Es ley de vida.

La historia lo demuestra: todos aquellos que se han convertido en un obstáculo en los planes divinos, caerán como lo hiciera el ilustre Napoleón, (guardando la distancia por cuanto el genial corso no tiene parangón con ningún personaje contemporáneo), en la Batalla de Waterloo, perdiendo una contienda ya virtualmente ganada, por una serie de intangibles que entraron en escena, cambiando el rumbo de la historia. Víctor Hugo, estudiando el fenómeno, llegó a la conclusión de que Napoleón, siendo el hombre más poderoso de su tiempo, se había convertido en un estorbo en los planes divinos. Antes de comenzar la Batalla, ya Dios había decretado que la perdería. En Los Miserables, el genio de Víctor Hugo, relata los acontecimientos de una manera como si los hubiese contemplado en vivo.

La prueba más severa, en mi opinión, que le toca afrontar a Venezuela es la de los años 2018-2019. Dada la elevada hiperinflación, no habrá ganancia que pueda adquirir alimentos mínimos indispensables, medicinas necesarias, y aún teniendo los recursos, hay que rogar a Dios que se puedan conseguir.

Habría que preguntarle a Bolívar, muchas cosas, si reencarnara. Por fortuna quedan sus obras para que las nuevas generaciones de líderes las estudien, si desean ampliar su visión al nivel de tan gigantesco genio. Así lo hizo Rómulo Betancourt en su juventud y Renny Ottolina, a lo largo de su vida. Igualmente, así lo han hecho los más importantes geopolíticos y líderes mundiales.

Estimo que él –Bolívar- iría a pedirle cuenta, a más de uno, como seguramente lo hará en tiempo oportuno, con todos aquellos que escudándose con su nombre, dejaron de seguir su ejemplo, y preceptos morales, tergiversando su ideal de Patria con la que él soñó. Se cuentan por miles, o millones, desde aquellos mismos que en Berruecos trastocaron la vida de Sucre. Y para usted de contar. Eran gentes como muchos de los de ahora, que uno creía extinguida.

Es mejor que no quede escrito nada de lo que acontece, en algunas épocas, ya que las generaciones futuras no podrían dar crédito de que determinadas cosas hayan podido acontecer en tierra tan noble como Venezuela.

Yo estoy preocupado por Venezuela, ahora más que nunca; pero, tengo la confianza de que volveremos a tener la Gran Venezuela que siempre hemos tenidos, pese a algunas noches oscuras. La esperanza de tiempos mejores no se puede perder, y sin embargo, muchos jóvenes que emigran, ya la han perdido. Eso me causa un sentimiento extraño. Buscan los diamantes en patios ajenos, cuando ellos se encuentran en el propio patio. Sin embargo, todo tiene un destino prefijado. Algún orden superior maneja la manga de la retorta planetaria. A todos los que se apartan del orden divino los va ubicando según su grado de afinidad, en determinadas escalas, aplicándole la coacción divina inherente, y correspondiente, en el tiempo justo y perfecto de Dios.

En el plan perfecto de Dios ya todo está solucionado. Los caminos de los justos, y los de aquellos que dejan de serlos, se bifurcan. Los unos se separan de los otros en forma natural, por efectos de la ley de afinidad, ordenadora de la vida y del universo. 

Demos gracias porque en Venezuela ya todo está solucionado en forma justa y perfecta para todas las partes involucradas. Gracias Divinidad, en Venezuela reina el orden divino y la armonía cósmica. Que la luz de la Divinidad aflore en la conciencia de cada ser, en los cuatro reinos naturales, que viven en esta Tierra de Gracia. 

Que la Divinidad ilumine a los extraviados para que enrumben sus pasos y también a los futuros líderes, para que, en forma pacífica, se restablezca el orden y la armonía entre las partes.

Es hora de perdón, de compasión frente a tantos millones de personas en riesgo de toda índole.

Es la hora del amor y de la justicia, ya que éstas son fuerzas poderosas e invencibles.

Es hora de fortaleza y de templanza para superar el poco tiempo que queda de la noche oscura. La noche oscura del alma (Espíritu), de las naciones y de los humanos, siempre tienen su fin en tiempo oportuno. Por ley de vida, cuando las cosas se ponen menos fáciles, es cuando más cerca se está de la solución. Es el momento en que la noche muda en día, y las coincidencias traen los cambios anhelados. Es tiempo de serenidad, de resistencia y de austeridad. Hay que cambiar muchos hábitos de vida y adecuarlos a la realidad. Quien deje de hacerlo, sufrirá con mayor rigor los efectos de lo que queda por pasar.

Hablar de ciertas verdades, al igual que en la época medioeval, constituye un riesgo de sufrir los rigores de la hoguera o de otros tormentos con métodos actuales. Pero, nuestro fin no es atacar, sino de exhortar a la reconciliación, al perdón, al amor, a la justicia perfecta y de tantos otros valores.

Me preguntaba si detrás de los actores visibles existen otros elementos de poder, y cerrando los ojos e imaginando la respuesta, se me apareció en la mente la imagen de una gran bestia, de diferentes formas, a la que no le pude poner nombre. Es la gran bestia pareció una voz susurrarme en el pensamiento, pero, además de ella hay otros elementos coadyuvantes. Entonces aparecieron otras bestias menores, tampoco identificables.

Pregunto: si Venezuela es una tierra tan hermosa, porque no amarla y trabajar para engrandecerla?

Lo escrito hasta aquí rondó por mi mente desde temprana hora y me negaba darle rienda suelta a la inspiración que afluía en mi pensamiento. Me daba cuenta, dada la insistencia, de que cedería por sentarme y escribir. Al final de la tarde, sin aguantar más, de un solo jalón, plasmé lo que queda escrito. Dios sabrá de quien son las ideas inspiradas, o de lo que es mío de lo que no lo es.

Para terminar, dos cosas que deseo resaltar:

Un poco antes de 1970, siendo muy joven, asistí a una sesión espirita, en una Cátedra de la EMECU, en la calle Monagas de Puerto La Cruz. Al poco rato de iniciarse la sesión de estudio, la sensitiva entró en trance, cambiando las facciones, transfigurándose en forma y en el tono de la voz. Acto seguido realiza un recuento de lo acontecido desde que El Espíritu comunicante vivió en su época, -ya que se notaba que era el Espíritu de alguien que había sido un hombre-. Se quejaba de que las generaciones subsiguientes no habían seguido su ejemplo, ni el de Miranda, ni el de tantos otros Próceres, dejando traslucir lo mucho que separaría de lo ideal lo que acontecería en las décadas subsiguientes. Le echaba la culpa a los políticos. Después de la arenga con vibrante tono de voz, que asemejaría al del Libertador, ya que por su calidad trascendía a la de la instrumento, y no era la de la médium. Por su contenido, era un mensaje de desesperanza. En ese entonces, no comprendí el sentido de esas palabras. Me pareció que se quejaba mucho, aunque ahora comprendo mejor el sentido premonitorio de aquel lejano mensaje. Luego, concluyó diciendo, el comunicante: “Simón Bolívar”.

Analizando el sentimiento que imbuía mi mente, en el día de hoy, y recordando aquella comunicación, en esa remota época, puedo concluir que fuerzas positivas afloran, seguramente de igual naturaleza, que moverán las fibras de los seguidores del progreso para producir el cambio anhelado por millones de personas y sobre todo por los Padres de la Patria. Si ellos no hubiesen existido, la Independencia no habría ocurrido y ocurrió. Pese a que Humboldt veía madura a Latino América para su Independencia, en respuesta a una pregunta de Bolívar, no alcanzaba a vislumbrar el hombre capaz de de llevarla a cabo. Y lo expresaba frente al mayor artífice futuro de la misma. Empero, Aimé Bompland, con mayor visión, respondió; -“Sí, pero las situaciones generan sus propios líderes”. Cuando llega la hora de la justicia y del cambio, este ocurre en forma natural, casi de la noche a la mañana. Los poderosos del día se darán cuenta que de nada sirvió lo acontecido. Y, entonces, uno se pregunta: Para quién trabajó el cachicamo. El aforismo criollo lo aclara: -“Cachicamo trabaja para la lapa”.

La otra cosa es: Son tiempos para expresar mucho amor y perdón. Dios se está ocupando en tiempo oportuno, en forma justa y perfecta. Hay que pedir a la Divinidad que ilumine la mente de todos, incluyendo la nuestra, para actuar correctamente, para tener rectos pensamientos, sentimientos, palabras y actos. Amemos más a Venezuela. Seamos justos nosotros sin atacar a nadie, sin hablar mal de nadie. Nada se gana malgastando energía. Recordemos las cosas buenas de Venezuela para volverlas a cristalizar, recreándolas. A Venezuela le espera el mejor futuro al cual pueda aspirar país alguno. Es la Tierra de Gracia.

En otra parte* dejé escrito, el ejemplo de un abuelo, de noventa años, que le decía al nieto: -“Juan, a lo largo de mi vida, el 90% de las cosas que la gente teme no ocurren jamás; el otro 10%, si las abordamos positivamente, con prudencia, fortaleza y serenidad, serán transmutadas en oportunidades de progreso y bienestar”.

En cualquier país del mundo, un líder genuino y auténtico, debidamente preparado, estaría feliz de encontrarse con un escenario como el de Venezuela. Un escenario perfecto para alcanzar la gloria inmortal a la que aspiraba Bolívar.

Bolívar, Padre de la Patria, bajo tu manto protector dejamos a Venezuela, justa y perfecta, para gloria del Eterno. Que aflore el fervor Bolivariano con cuya inspiración he visto muchas veces saltar en lágrimas de emoción y sentimientos profundos a poetas y oradores, auto-incluyéndome, -y hoy me ha ocurrido una vez más-, que ha constituido el flujo sublime, patriótico, que ha estimulado tantas hazañas y acciones heroicas. Son tiempos de paz y de progreso. Los trasnochados pueden descansar para darle paso al Dorado Amanecer. 

Aquí y ahora, se establece en Venezuela, el orden divino, la armonía, el amor, la verdad, la fortaleza y la templanza, y la justicia perfecta. Así es. Así será. Hecho está.

Si Dios está contigo, Venezuela, quién contra de ti?

Adelante.


28-12-2017
Revisado: 30-12-2017
Revisado: 13-03-2019

*Todo tiene solución/El arte de resolver situaciones.


***************


PD: En el libro Eterna Luz, de nuestra autoría, escrito en Lucena, Andalucía, en el año 2003, hay una Meditación por el país en que se vive, adaptable al propio. He adaptado para Venezuela, la misma.


MEDITACIÓN POR VENEZUELA


Busca un lugar tranquilo; haz tres respiraciones profundas y reten el aliento, con pulmones llenos, contando  mentalmente, veinticinco, al exhalar la tercera vez,  muy lentamente, cierra suavemente los ojos y afirma, mentalmente:

•    Estoy en relajación perfecta. (Tres veces). Aquí y ahora voy a meditar durante diez minutos por el bienestar, armonía, progreso, perfecta justicia y respeto en Venezuela.

•    -Bendigo  a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela y suelto la carga que hay en Venezuela y la de cada persona, en el Dios que hay dentro de mí y en el Dios que hay en cada persona-.

Ahora, visualiza a Venezuela envuelta en un círculo de luz –luminosa o blanca-, como quieras; luego afirma:

Venezuela es de Dios y de todos nosotros. Dios protege a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela.

Dios envuelve a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela en un círculo de luz divina y les guía por senderos de paz, prosperidad, justicia y respeto, aquí, ahora y siempre.

El perfecto orden divino y la armonía universal se establecen en Venezuela y en cada una de las personas que viven –y vivimos en Venezuela-  aquí y ahora. Hecho está, ahora y siempre.

Creador Universal, en tus manos confiamos a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, que en la conciencia de todos fluya la luz, la sabiduría, la responsabilidad y el respeto a todos los derechos y deberes.

Que Tus designios, Creador Universal, en relación a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, se cumplan aquí y ahora de acuerdo a Tus planes cósmicos.

Creador Universal, transmuta, aquí, ahora y siempre,  a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, en su estado ideal y perfecto de acuerdo a tus planes cósmicos.

Hecho está.

Gracias, Creador Universal, por haber escuchado nuestro pedido.






viernes, 10 de noviembre de 2017

ESCUDERO, DIJO HIDALGO, EL RESPETO ES LA CLAVE


ESCUDERO, DIJO HIDALGO,
EL RESPETO ES LA CLAVE

©GIUSEPPE ISGRÓ C.

Escudero, -dijo Hidalgo-, la clave es el respeto. Quien irrespeta a otros, especialmente si lo hace en público, es porque, realmente, no se respeta a sí mismo.
Los Hijos de la Luz son personas libres y de buenas costumbres. Ser libre significa tener autonomía para decidir si desea hacer algo o no hacerlo y a los demás debe bastar la comunicación de lo que se ha determinado hacer sin necesidad de dar explicaciones. Los demás deben respetar lo que cada quien determine realizar. Es decir, se debe respetar el libre albedrío con que el Supremo Hacedor dotó a cada quien de tomar sus propias decisiones. Por esa razón, es importante aprender a decir No para liberarse de compromisos innecesarios que consumen tiempo solo porque a otros se le ocurrió que podría disponer libremente del tiempo ajeno. Eso va, también, con los clientes que quieren disfrutar de un servicio, pero, se rehúsan a pagar el precio del mismo.
No hay que justificarse, explicando la razón de porqué se ha tomado determinadas decisiones; simplemente, hay que comunicar, por ejemplo:      -”Apreciado amigo, hoy me será imposible asistir a esa reunión”. Si el amigo, es un verdadero amigo, debe aceptar dicha decisión con respeto. Si reacciona de una manera irrespetuosa, o poco digna, sobre todo si lo hace en público, esa persona desmerece del vínculo de la amistad, y realmente, no la está honrando.
Por eso, Escudero, los prudentes, siempre han afirmado: -“Elogia en público, reprende en privado”.
Si en un grupo del que se forma parte, de trabajo, residencial o social, el líder del mismo, en cada reunión habla mal de alguien, sin estar presente la persona en cuestión, aléjate de dicho grupo, porque, de seguro, también lo está haciendo de ti, en tu ausencia. Ese tipo de líder, Escudero, es denigrante y poco digno de serlo. Es preciso alejarse de tales grupos, donde, en nombre de la fraternidad, o de la amistad, se habla mal del amigo, en su ausencia, pero, en su presencia, se le rinde, hipócritamente, pleitesía.
El mundo, Escudero, presenta muchos de estos cuadros; pero no hay que generalizar. No todas las personas son así y hay que saber discernir, bien, para acercarse a los grupos donde impera el aprecio, el respeto, la amistad y el sentido de la justicia.
El líder, Escudero, debe ser un factor estimulante del grupo no el destructor del prestigio ajeno; ese no es un líder. El líder, Escudero, tampoco es un manipulador, que obliga a realizar tareas que el seguidor no desea hacer, imponiendo sanciones por decidir diversamente.
Las personas son seres pensantes y deben decidir libremente lo que desean realizar, sin coacción ajena, y hay que respetar dichas decisiones. Cada quien cosecha el bien, o lo contrario, de lo que decide, pero, es su privilegio elegir. Aún en las familias se incurre en el error de que los padres critiquen a los hijos, generalmente, en público, o con los amigos, o que, éstos lo hagan con sus progenitores, porque no le dieron lo que ellos imaginaban que debían darle, pero que, eran pretensiones infundadas, generalmente. Y los unos se critican a los otros y el respeto a la dignidad humana aún se tardará muchos milenios en cultivarse en adecuado grado. Cuando ello ocurra, tendremos una humanidad justa y perfecta.
Aún así, Escudero, cada quien es utilizado, por el Orden Cósmico, donde le corresponde servir, o beber la sopa del propio chocolate, ya que, cada quien cosecha lo mismo que siembra.
Escudero, en ausencia del amigo, hay que hablar bien de él, o callar. Es preciso elogiar en público y no reprender, ejerciendo presiones manipuladoras que, a todas luces, son irrespetuosas del vínculo de la amistad, y cuanto más, de la fraternidad.
Es el caso, Escudero, que dichos líderes se creen la última gota de agua en el desierto, o tenerla, y la dispensan pretendiendo someter a los demás a sus caprichos. Ese tipo de líder recibirá lo mismo que proporciona a otros, casi siempre de donde menos lo espera, pero de una manera efectiva. Pero, aun así, Escudero, tardará largo tiempo en aprender la lección, por cuanto este tipo de personas se creen dueños de la verdad, tal como lo sostenía Sócrates. Y a pesar de que el filósofo ateniense dedicó toda su vida espoleando a sus contemporáneos, como un tábano, 2.400 años después, cuánto se ha avanzado?
El respeto es la clave, Escudero; la persona con auto-estima elevada se respeta y respeta a los demás. Decía Benjamín Franklin: -“Hablaré solamente todo lo bueno que sepa de los demás, o callaré”.
Cuántos, en nombre de la amistad, o de su pseudo-liderazgo, se permiten descalificar a los demás, o hablar de sus defectos, públicamente, en ausencia del amigo. Hay que alejarse de tales personas como de la peste, por cuanto son nocivas. O, algo mejor, Escudero, hay que llamarle la atención en el mismo instante en que incurren en tales actos abominables, diciéndole, a la persona en cuestión: -“En ausencia de fulano de tal, en mi presencia, usted no me habla mal de él, ni de nadie; si tiene algo que decirme de él, o de alguien, vamos a llamarle y me lo dice en su presencia”.
Hay personas que, por liderar un grupo, pequeño o grande, se creen dueños de las vidas o de las decisiones de sus cooperadores. Están muy lejos de la realidad. Esas personas están destinadas a quedarse solas, o con títeres que no son capaces de hacer valer su autonomía. Por eso, Escudero, como decía Hermes, en cada grupo, viendo el componente físico, se deduce el espiritual, inherente.
Si prevalece el respeto en la dimensión física de la vida, el componente espiritual será respetuoso en su benefactora influencia y guía. Porque, Escudero, el respeto es cuestión de ambas dimensiones o planos de vida.
Hay que aprender a decir no, Escudero, para liberarse de la influencia abusadora de gran número de personas, que andan por la vida manipulando a quien, por ausencia de carácter o personalidad definida, se vuelven títeres de líderes, grandes o minúsculos, y aún de jefes de puestos de trabajo, clientes, o amigos. Hay que aprender, con respeto, a darle el respetivo parado, diciéndole, con respeto, privadamente, lo pertinente.
No, es una palabra mágica. Decir, Escudero, a los miembros de un grupo del cual se ha decidido dejar de formar parte: -“Amigos, a partir de hoy me será imposible seguir asistiendo”; acto seguido expresa tu gratitud, pero sin dar explicaciones innecesarias. Tu decisión debe ser respetada si es un grupo digno de pertenecer a él.
O, por ejemplo: -“Amigo, hoy me será imposible asistir a tu fiesta”. Nada más. De acuerdo a la reacción de la parte opuesta, te habrás dado cuenta si era, verdaderamente digna de haber asistido a dicha reunión.
Si una persona ofreció ir a la fiesta de un amigo, pero a última hora decidió no ir, aunque sea, simplemente, porque no de dio la voluntad de hacerlo, esa decisión debe ser respetada, y el que coacciona al amigo por su decisión, demuestra honrar muy poco la amistad.
Cuanta tela que cortar sobre este tema, Escudero. Pero, cuánto tiempo falta aún para que el respeto a la dignidad humana, y a la dignidad de los seres que conforman los otros reinos naturales, sea la moneda de uso corriente entre fraternos seres.
Es bueno, Escudero, que los miembros de los grupos, de la índole que sean, tengan presente esto, bien sea para acercarse, o alejarse, de los mismos, o aplicar los correctivos que sean pertinentes a tales casos.
El respeto, Escudero, es la clave.

Adelante.

jueves, 31 de agosto de 2017

LA DIGNIDAD DEL SER


LA DIGNIDAD DEL SER

©Giuseppe Isgró C.


Escudero, -dice Hidalgo-:

El líder que quiere tener esclavos, es esclavo de quienes pretende esclavizar.
De un lado de la cadena, se encuentran los pocos que logra esclavizar; del otro, el líder que se cree amo y señor de los esclavos. Amo y señor de unos pocos esclavos por la razón que fuere.
A qué, o a quién sirve ser líder de esclavos? Quizá, a quien, realmente, tiene el poder detrás del líder oscurantista, como ocurría en la edad medieval.
Pero, la Divinidad ha dotado a cada ser con el Don del libre albedrío, y el anhelo de progreso, quien, en su dignidad personal es dueño de sus pensamientos, sentimientos, palabras y actos.
La persona digna, dentro de sí siente desprecio por quienes adoptan conductas que a nada les conducirán, ya que, la existencia efímera de un hombre pasa, y lo que le quedará, a ese tipo de líder, son las deudas kármicas que tendrán que saldar por la ley de causa y efectos, por la de justicia divina que no falla, por la ley de compensación, que ajusta las cuentas en la hoja de cálculo electrónica, instantáneamente, y el saldo existencial ubicará en el orden que le corresponde por eso de la siembra y recogida.
El individuo digno conserva la conducta ejemplar mirando hacia adelante, a la meta de luz cuyo camino recorre. No critica al líder poco digno porque sería como arrimar más leña al fuego; al contrario, silenciosamente, le quita leña al fuego para que se acabe pronto, sin proferir palabra, y sin pensar en el líder indigno, de cuyo tipo, en el mundo, en cada época, desde que el mundo es mundo, hay unos cuantos.
Ciertamente, no es ningún privilegio para nadie ser un líder a quien se incluya en este bando. Es poco entendible porque a algunos les encanta pertenecer a este grupo de líderes que se creen dueños del mundo, de vidas y destinos. No se dan cuenta de que eso es imposible, y aún los pocos esclavos mercenarios que aglutinan, la mayoría ni siquiera son esclavos, se hacen pasar por esclavos para saciar el hambre, u otra cosa. Son calculadores. Imitan al perro, que tiene por amo a quien le da de comer, o a las gallinas, como dijo uno de esos líderes, precisamente, después de desplumar una, y darle comida, acto seguido; como si nada, iba a comer el maíz que le ponía. Aunque este tipo de esclavo imite al perro, le falta la nobleza del fiel amigo del hombre, que no le abandona jamás. Esos lacayos al faltarle el mendrugo, -no importa el nivel- se cambian de bando, buscando otro líder a quien vender su alma, o mejor dicho, la subordinación de su espíritu amoral. Es un fenómeno mundial, de toda época; no nos referimos a ningún caso en particular, ya que hoy se ven diversos casos, donde cada loco se ocupa de su tema; pero, son unos cuantos los locos que se pueden enumerar. Todos juegan con fuego; hay que tener cuidado. Ellos no están jugando; los otros, la gente cuerda, tampoco. Es un juego de inteligencia. Que lastima que los líderes pocos dignos, con tanta inteligencia como tienen, la usen para esclavizarse; ya que, al buscar de esclavizar a otros, realmente a quienes esclavizan, es a sí mismos, por las deudas que contraen; sí, las deudas de todo tipo esclavizan a las personas. Por eso, en nuestro tiempo, aún existe la esclavitud: la esclavitud moral. En cambio, la autoridad moral, libera.
Cuántas vidas habrán de dedicar para compensar los desaciertos, o entuertos, en el argot quijotesco, que han cometido algunos pocos líderes poco dignos de denominarse líderes, aunque lo sean con los de su misma calaña, como suele decirse. Cuánta inteligencia desperdiciada! Cuánta riqueza integral habrían creado para sí, y los otros, sí hubiesen empleado para el bien, los dones con que Dios les ha dotado. Que lastima!!!
Empero, hay cosas que, realmente, no nos toca a nosotros juzgarlas, decidir ni calcular; la Divinidad, por la ley cósmica que es toda amor, aún en su mayor rigor, se encargará.
La enorme suma de seres humanos que conserva la dignidad de ser libres y de buenas costumbres, señores de sí mismos y esclavos de su deber, esos son quienes realmente dominan la situación y a quienes utiliza la naturaleza de las cosas, para que, en perfecto orden y armonía, como instrumentos de su voluntad, para restablecer el orden justo y perfecto, en una sociedad progresista, moralmente saludable, alcanzando niveles más elevados de perfección, conciencia y auto-realización.
La fortaleza de Dios sostiene a quienes caminan por el camino de la justicia; los otros, ya siguen por caminos bifurcados, al apartarse del bien.
Los caminos del hombre justo son diferentes de los del líder injusto. Por eso, el hombre justo, jamás debe introducirse en el camino del líder injusto para darle escarmiento; allí caería en su propio terreno. No, la aplicación de la justicia divina, hay que dejarla a la Divinidad y su ley cósmica. Con mucho amor, ella se está ocupando ya.
El hombre justo, duerme como un bendito de Dios.
El líder injusto, es poco fácil que pueda dormir tranquilo; hasta de su sombra tiene temor; es natural. Me pregunto: Sí es tan fácil ser un benefactor como lo fue Bolívar cuyo nombre se llena de gloria como crece la sombra cuando declina el sol, tal como lo dijo el ilustre Francisco Choquehuanca, en su famosa arenga, porque no aprovechar los medios idóneos de enriquecerse integralmente, brindando el servicio mejor que sea factible en cada caso. Ese, el del servicio efectivo, es el mejor camino para obtener el Salario Cósmico; aunque, hay que decirlo: el servicio se presta con excelencia aún cuando no se perciba pago alguno, ya que todo acto tiene en sí mismo su propia compensación, como decía el sabio de Concord: Ralph Waldo Emerson. Es el salario cósmico, si los pensamientos, sentimientos, palabras y actos, son positivos. En caso contrario, se recibe el anti-salario. Es de efectos instantáneos, dentro de la conciencia..
A unos les espera la gloria inmortal como salario cósmico, como es el caso de Bolívar, Miranda, Páez, Sucre, y tantos otros, como Alejandro Magno, Platón, Homero, Sidharta Gautama, Confucio, Sócrates, y tantos otros.
A los otros, solo ellos podrán saberlo al revivir la noche oscura por la que introdujeron a sus semejantes. Sin duda, un Dorado Amanecer espera a quienes han transitado por la noche oscura con fe en la justicia divina, con tenacidad por el camino del bien, realizando su trabajo y asumiendo su misión civilizatoria.
Escudero: ya lo dijo el sabio Salomón: -“No envidie la suerte del líder injusto, porque nadie sabe como se le convertirá”.
Cada deudor irá a cobrar su cuenta!!!Es mejor ser acreedor, haciendo el bien por el bien mismo, que lo contrario. Cuanto uno más de, tanto más se tiene, de lo mismo.
Adelante, Escudero.

jueves, 3 de agosto de 2017

VENEZUELA: PRIMAVERA!!!


VENEZUELA: PRIMAVERA!!!
Giuseppe Isgró C.

VENEZUELA: Que bella es la PRIMAVERA, en Venezuela. Florecen los aragüaneyes con las primeras lluvias. Anuncian que es tiempo de progreso. Cada nueva estación, por orden divino, trae las bondades que les caracterizan.
Visualiza el futuro que tú anhelas, aquí y ahora, con amor, justicia y paz. Confía con amor, justicia y paz en el Espíritu.

Este es uno de los mejores países del mundo. Siembra el progreso en tu mente con amor, justicia y paz. Confía.

Llena tú mente con amor. AMOR POR VENEZUELA. El amor es la mayor potencia universal. Que nuestro camino sea de paz, justicia y trabajo productivo. También, de estudio constante para ensanchar la propia visión de las cosas y así ver las oportunidades de riquezas integrales, donde otros únicamente ven situaciones por resolver. 

Es tiempo de progreso...para Venezuela..
Es tiempo de armonía, y de orden Divino.
Perfecto orden divino que rige los destinos de Venezuela más allá de las apariencias temporales del invierno que también pasa, dejando el paso abierto a la primavera.
Las raíces venezolanas se están afianzando en fuentes de nutrientes que la hacen reverdecer con frondosidad, en esta nueva primavera.
Amaneció, ya, para Venezuela. Es un nuevo y hermoso día de paz, justicia y progreso. Abre tu mente a una mayor intensidad, aún, al amor por Venezuela; a la justicia, por Venezuela, y a la paz, por Venezuela.
AMA A VENEZUELA en pensamientos, sentimientos, palabras y obras. El amor, la justicia y el progreso nos mantendrán por los caminos de Venezuela. La historia es cíclica, las estaciones se repiten, el invierno quedó atrás, es tiempo de primavera, los campos reverdecen y florecen, los aragüaneyes hermosean a Venezuela. La naturaleza señala que la fase activa del progreso, en un mejor nivel, ha comenzado ya, con las primeras flores del aragüaney: la flor nacional de Venezuela.
Estas son algunas de las cosas que le contaba la hermosa Venezuela al Sr. Jo.
Entonces, el Sr. Jo, emocionado, exclamó: -"Hagamos que el amor por Venezuela sea cada vez más intenso. Si hay amor, también hay bondad, justicia, paz y progreso"-.
Luego, Venezuela, concluyó su mensaje al Sr. Jo: -"Mírame como realmente soy: Hermosa, fuerte, próspera y fuente de todos los tesoros. Soy tierra de progreso, de justicia y paz. Y mi Espíritu está lleno de amor, mucho amor, pero el amor es también justicia, templanza, honor, honradez, perdón, prudencia, trabajo productivo y tenaz, belleza, decoro, vergüenza, auto-estima, respeto y dignidad".
El Sr. Jo, pensaba dentro de sí: -"Llenaré mi Espíritu, cada día más y mejor, de mucho amor por Venezuela: nuestra hermosa madre Venezuela. Dios te bendiga Venezuela, ahora y siempre.
Luego, con otro ademán de entusiasmo, concluyó: -"Adelante Venezuela. Te amo. Aquí siembro mi futuro y el de mis hijos, nietos, biznietos, y un largo etcétera, por los tiempos de los tiempos, en armonía con todos y con el Todo".
Te amo Venezuela!!!

martes, 1 de agosto de 2017

NADA TEMAS, ESCUDERO: LA SERENIDAD ES LA CLAVE DEL PODER


NADA TEMAS, ESCUDERO:
LA SERENIDAD ES LA CLAVE DEL PODER

©Giuseppe Isgró C.



Escudero, -dijo Hidalgo-:
Estos son tiempos de serenidad; se justo y perfecto en tus pensamientos, sentimientos, palabras y actos. De esta manera, permanecerás en el camino del bien, de la justicia y del progreso.
Haz del amor tu arma más poderosa para el bien de todos, sin manipulación de nadie.
Respeta a tus semejantes, por cuanto no hay enemigos pequeños y hasta el más diminuto escarabajo puede ser un enemigo terrible, como lo explica Esopo, en una de sus fábulas, que dice así: 


-“El Águila y el Escarabajo. Estaba una Liebre siendo perseguida por un Águila y viéndose sin escapatoria, pidió ayuda a un Escarabajo suplicándole que le salvara. El Escarabajo, detuvo al Águila y le pidió que perdone a su amiga Liebre, sin embargo, el Águila, despreció al Escarabajo e ignorándolo, devoró a la Liebre en su presencia. Desde ese entonces, el Escarabajo busco vengarse de la cruel Águila, y para eso, observó los lugares donde esta ponía sus huevos. Al encontrar por fin su nido, lanzó sus huevos sin pensarlo hacia la tierra, quebrándose en el acto. El Águila, se vio perseguida y echada a donde quiera que fuera por el Escarabajo. Por ultimo, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para criar a sus futuros pequeños. Zeus, ofreció al Águila que ponga sus huevos en su regazo, sin embargo, el Escarabajo viendo la táctica escapatoria del Águila, hizo una bolita de barro, voló hacia Zeus, y la dejó caer sobre el regazo. Zeus se levantó para sacudirse aquella suciedad, y sin darse cuenta, tiró los huevos del Águila hacia el piso. Así, las Águilas no ponen huevos en la época en que los Escarabajos salen a volar.
MORALEJA: Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte”.

El que se encamina por la senda de la injusticia, se sale del camino recto de la vida, para entrar en el tortuoso de la injusticia que conduce al abismo cierto.
El camino de los hombres justos, es decir, el recto, es el auténtico camino, como lo sugirió Lao Tse, en el Tao Te King, Escudero. No otro.
El camino, Escudero, es el camino de la DIGNIDAD. Es el que da honra y méritos.
El líder sabio es un faro de luz; la visión del líder es la que le permite ser una guía segura para sus seguidores. Las situaciones generan sus propios líderes por guía divina que ordenan todo de acuerdo a los designios de la Divinidad, en el tiempo perfecto de Dios.
Nada temas, Escudero. Quien hace el bien, no tiene nada que temer. Quien se aparta del camino del bien, la Divinidad, -que es el Gran Pedagogo Universal-, se ocupará de proporcionarle el aprendizaje pertinente, con amor, ya que la justicia en su mayor rigor, en su aplicación, por los medios más severos, no deja de ser AMOR PURO. Ya que, al igual que el leñazo de los maestros Zen, aplicado en el momento oportuno, produce estados de iluminación. La Divinidad y el maestro Zen, -que es su instrumento-, saben cuando proporcionar el leñazo para producir el estado de conciencia correcto al aprendizaje precisado.
Allí, en la quietud de la conciencia, para el hombre justo, se produce la delicia del bien realizado.
Pero, la conciencia del hombre injusto, es un torbellino de tormento que no le deja en paz hasta que haya realizado la compensación pertinente.
Si lo haces, lo pagas, expresa el aforismo cósmico.
Toma lo que quieras y paga el precio, dijo el gran sabio de Concord, Ralph Waldo Emerson.
Estas son cosas sabidas, Escudero, como decía el gran jurista venezolano Cecilio Acosta, y sin embargo, hay que recordarlas, para evitar que se olviden.
Estos son tiempos de serenidad, Escudero. Nada temas. Por encima del hombre está Dios con su justicia divina, cuya balanza la sostiene una hermosa dama sin vendas en los ojos, para ver claro y sopesar bien los pensamientos, los sentimientos, las palabras y los actos. Con los dos primeros se activan las leyes de atracción y de repulsión, que crean las circunstancias análogas a lo pensado y sentido, en la propia vida. Las dos últimas, activan a la ley de afinidad, la de justicia y la de compensación.
La suma existencial –saldo de vida- que se deriva del resultado reflejado por el fiel de la balanza de la justicia divina, sirve a la Ley de afinidad, para ubicar o reubicar a cada ser, en los cuatro reinos naturales, en el orden natural que le corresponde en el concierto de todas las cosas. Es decir: por los pensamientos, sentimientos, palabras y actos, cada quien es ubicado o reubicado en el lugar que le corresponde. Es como decir: la siembra y la recogida.


Los caminos del hombre justo se bifurcan de aquel que no lo es. Los opuestos jamás se juntan. La luz evacua la oscuridad. El bien siempre triunfa sobre el mal.
Por eso, Escudero, conserva la serenidad y el lugar en que la vida te ha colocado. Cumple tu rol.
Si tú no tienes miedo, el miedo lo experimentará el contrincante, que huye del que no tiene miedo. Pero, tampoco seas temerario, Escudero. La prudencia, la justicia, la fortaleza, la templanza y la belleza, deben regir tus pensamientos, sentimientos, palabras y actos. Si eres injusto con tus adversarios, y les ocasiona un perjuicio, deberás compensarlo, Escudero. La ley de justicia es válida y justa para todos, y nadie escapa a ella.
Escudero: El que tiene el poder, el verdadero que otorga la conexión divina, no tiene porque demostrarlo.
Escudero: El que busca demostrar que tiene el poder con actos intimidatorios, de fuerza, realmente, no lo posee. Porque, el poder se tiene o no se tiene y se refleja en los pensamientos, sentimientos, palabras y actos, y aún en el silencio, en los gestos, en la impasibilidad y en la calma imperturbable. Y, recuerda, Escudero: el poder es como el miedo: se huele a leguas.
La serenidad es la demostración del auténtico poder en una persona, un profesional, o un conductor de hombres. Gandhi, con serenidad, métodos pacíficos, con la no violencia, o satyagraha, doblegó al imperio británico y logró grandes beneficios para su Patria. El camino de la paz es el camino, Escudero.


Eso significa, Escudero, que es preciso cultivar: la serenidad, la prudencia, la justicia, la fortaleza, la templanza, la belleza, el amor, la lucidez mental por el sosiego, la actitud mental positiva, la humildad, como fuerza aéreo dinámica,  la aceptación de la realidad, ya que, conociéndola podrás controlarla y dominarla. La calma es sinónimo de fuerza expresada mansamente. Como dice el aforismo latino: -"El agua blanda, la roca dura, gota a gota se hace la horadura", es decir: La gota de agua constante horada la roca.
Ocupa el lugar que te asignó el orden natural de todas las cosas, Escudero, afrontando la realidad con serenidad.
Avanza tranquilo por el camino de la vida. El mundo te abrirá el paso, si conservas pensamientos justos, sentimientos rectos, palabras armoniosas, y acciones enmarcadas dentro de los parámetros de la justicia, del respeto y del amor.
Como puedes ver, Escudero, pocas cosas son necesarias para ser feliz.
Otra cosa, Escudero: la vida tiene su comienzo y su meta; se llega al primero, al reencarnar, con la ilusión de realizar un progreso importante en cada uno de los incontables ciclos de vida; y se llega a la meta, o a cada una de ellas, concluyendo  un determinado ciclo de vida, con gloria o con deshonra, según haya sido la propia conducta. Se puede salir de un ciclo de vida con inmensas riquezas espirituales, que, generalmente, las constituyen las sumas del bien que se realizó a favor de los seres de los cuatro reinos naturales. El resultado queda reflejado en la hoja de vida como: aptitud, o capacidad perceptiva, comprensiva y realizadora; es decir, estados de conciencias elevados, desarrollados en determinados grados; acompañados por la tranquilidad de Espíritu, fruto del deber cumplido.
Pero, el hombre injusto, podría salir con una inmensa deuda que deberá saldar, a veces en muchos ciclos de vidas. Es decir: el hombre injusto hipoteca su futuro y deja de ser libre, a veces por incontables ciclos de vida, como es el caso de quienes efectúan perjuicios enormes a determinada parte de la humanidad. Las deudas kármicas constituyen formas de esclavitud. La única manera de ser libres es mediante el cumplimiento de la Ley cósmica, bajo la égida de los valores universales, o atributos divinos.  Es decir, la persona que vive una vida virtuosa, es la que alcanza determinados grados de libertad personal, de acuerdo con su suma existencial.
Escudero, conserva la serenidad!!!
El que debe temblar es el hombre injusto, porque la justicia divina se ocupará de él, aunque a veces parezca que tarde en hacerlo. No escudero, la justicia divina actúa en tiempo oportuno, instantáneamente, en el tiempo perfecto de Dios.
Amigo Escudero: procura ser un hombre justo para evitar costosa experiencia, que luego tendrás que asumirla y compensar los actos que la produjeron.
 Nada temas, Escudero. Conecta con la Divinidad para acceder a la verdadera fuente de poder para ser señor de ti mismo.
Serenidad, Escudero, Es la palabra clave. Confía.

Adelante.