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domingo, 31 de diciembre de 2017

SI BOLÍVAR VOLVIERA


SI BOLÍVAR VOLVIERA…..

©Giuseppe Isgró C.



Si Bolívar volviera,
seguro que no reconocería
la Venezuela que encontraría.

Ni aquellos conductores del hispano imperio, de Carlos V, en que el sol jamás se ponía, fueron tan terribles verdugos, excepto Monteverde, Boves y en no menor escala, Morales.

Boves, encontró su Úrica, -04 de diciembre de 1814-, para  que quedara prueba  de que nada queda impune; antes o después.

En el tiempo perfecto de Dios, cada quien encuentra la horma divina que corrige al que se cree Dios sin serlo, o mejor dicho, “siéndolo”, le ofusca el velo de la separación e impide que la Divinidad actúe dentro de su conciencia, como guía en todo lo que haga.

Aún Pablo Morillo y sus allegados, masones egregios al igual que Bolívar, Páez, Sucre, Urdaneta y tantos otros, siendo de bandos opuestos se respetaban y su gran dignidad humana le hizo comprender lo inútil de aquella sangrienta guerra entre fraternos seres.

Sucre, por orden de Bolívar, en el tratado de Trujillo, logró humanizar aquella contienda civil sin razón; mientras que en Santa Ana, durmiendo una noche, o varias, ambos grupos de rivales, bajo el mismo techo, después del triple abrazo fraternal, acuerdan ponerle fin a la guerra de Independencia. Al poco tiempo Venezuela sería libre.

Se me dirá, que eran otros tiempos; sí, es verdad, también es cierto que era otra gente. Su dignidad, honor, hidalguía quijotesca, eran de alto quilate, buscando deshacer entuertos, para encontrar lo mejor para las partes involucradas.

Al salir de allí, Bolívar ordenó, que los que habían dormido con él, bajo el mismo techo, “fueran respetados como personas sagradas mientras estuvieran en suelo patrio”. Al poco tiempo, Morillo regresó a España. Después, con la Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, en que Páez cosechó gloria inmortal por su acción libertadora de la patria, del yugo opresor, y posteriormente, con la toma del Castillo de Puerto Cabello, por el mismo Páez, y luego, en 1824, con la Batalla Naval de Maracaibo, se puso punto final a aquella guerra sin sentido, por ser hermanos los que luchaban.

Cuando en 1835, Carlos Soublette y Daniel Florencio O´Leary visitan a Morillo, en España, éste le expresa a aquellos, la admiración que le tenía a su egregio rival, Simón Bolívar. Al conocer que O´Leary se proponía escribir las Memorias sobre El Libertador, le entrega una enorme cantidad de documentos que los patriotas habían dejado abandonados en sus rápidas salidas y que aquel hidalgo español conservaba como un tesoro. Las Memorias de O´Leary, en su 34 tomos, es lo mejor que se ha escrito sobre la Guerra de la Independencia.

La pluma se niega mencionar nombres de quienes han estado muy lejos de esta hidalguía admirable, y de los que, en la hora actual, se han convertido en zozobra de sus hermanos. A veces me parece que se asemejan algunas cosas a las de los años terribles de 1813-1814, en que Boves azotaba a Venezuela. Me he preguntado, muchas veces, si Boves haya reencarnado. Y si fuera así, qué volvería a hacer, salvando la distancia del tiempo, que usa otros métodos, pero, con el mismo resultado? Confieso que no tengo la respuesta. Solo preguntas.

Si Boves hubiese reencarnado, entonces hay esperanza:
También lo harán, o ya lo hubieren hecho, Bolívar, Sucre, Urdaneta, Páez, y tantos otros que dieron todo por la Patria. Es tiempo de esperar, para ver los resultados. Si así fuere, muchos deberían comenzar por preocuparse. Este tipo de gente se rige por auténticos valores patrióticos.  

El ritmo de la historia se equilibra a si mismo, y frente a la oscuridad nefasta, madre de horrendas crueldades, emerge, brillante, la luz que la evacua, por si sola, casi sin esfuerzo alguno.

 Perded toda esperanza, vosotros que creéis que por caminos inicuos de la injusticia y de otros subterfugios permaneceréis en el poder por largo tiempo.

Vuestra hora, minuto y segundo están ya marcados en el tiempo justo y perfecto de Dios. Y esto va con todos, nadie escapa. Es ley de vida.

La historia lo demuestra: todos aquellos que se han convertido en un obstáculo en los planes divinos, caerán como lo hiciera el ilustre Napoleón, (guardando la distancia por cuanto el genial corso no tiene parangón con ningún personaje contemporáneo), en la Batalla de Waterloo, perdiendo una contienda ya virtualmente ganada, por una serie de intangibles que entraron en escena, cambiando el rumbo de la historia. Víctor Hugo, estudiando el fenómeno, llegó a la conclusión de que Napoleón, siendo el hombre más poderoso de su tiempo, se había convertido en un estorbo en los planes divinos. Antes de comenzar la Batalla, ya Dios había decretado que la perdería. En Los Miserables, el genio de Víctor Hugo, relata los acontecimientos de una manera como si los hubiese contemplado en vivo.

La prueba más severa, en mi opinión, que le toca afrontar a Venezuela es la de los años 2018-2019. Dada la elevada hiperinflación, no habrá ganancia que pueda adquirir alimentos mínimos indispensables, medicinas necesarias, y aún teniendo los recursos, hay que rogar a Dios que se puedan conseguir.

Habría que preguntarle a Bolívar, muchas cosas, si reencarnara. Por fortuna quedan sus obras para que las nuevas generaciones de líderes las estudien, si desean ampliar su visión al nivel de tan gigantesco genio. Así lo hizo Rómulo Betancourt en su juventud y Renny Ottolina, a lo largo de su vida. Igualmente, así lo han hecho los más importantes geopolíticos y líderes mundiales.

Estimo que él –Bolívar- iría a pedirle cuenta, a más de uno, como seguramente lo hará en tiempo oportuno, con todos aquellos que escudándose con su nombre, dejaron de seguir su ejemplo, y preceptos morales, tergiversando su ideal de Patria con la que él soñó. Se cuentan por miles, o millones, desde aquellos mismos que en Berruecos trastocaron la vida de Sucre. Y para usted de contar. Eran gentes como muchos de los de ahora, que uno creía extinguida.

Es mejor que no quede escrito nada de lo que acontece, en algunas épocas, ya que las generaciones futuras no podrían dar crédito de que determinadas cosas hayan podido acontecer en tierra tan noble como Venezuela.

Yo estoy preocupado por Venezuela, ahora más que nunca; pero, tengo la confianza de que volveremos a tener la Gran Venezuela que siempre hemos tenidos, pese a algunas noches oscuras. La esperanza de tiempos mejores no se puede perder, y sin embargo, muchos jóvenes que emigran, ya la han perdido. Eso me causa un sentimiento extraño. Buscan los diamantes en patios ajenos, cuando ellos se encuentran en el propio patio. Sin embargo, todo tiene un destino prefijado. Algún orden superior maneja la manga de la retorta planetaria. A todos los que se apartan del orden divino los va ubicando según su grado de afinidad, en determinadas escalas, aplicándole la coacción divina inherente, y correspondiente, en el tiempo justo y perfecto de Dios.

En el plan perfecto de Dios ya todo está solucionado. Los caminos de los justos, y los de aquellos que dejan de serlos, se bifurcan. Los unos se separan de los otros en forma natural, por efectos de la ley de afinidad, ordenadora de la vida y del universo. 

Demos gracias porque en Venezuela ya todo está solucionado en forma justa y perfecta para todas las partes involucradas. Gracias Divinidad, en Venezuela reina el orden divino y la armonía cósmica. Que la luz de la Divinidad aflore en la conciencia de cada ser, en los cuatro reinos naturales, que viven en esta Tierra de Gracia. 

Que la Divinidad ilumine a los extraviados para que enrumben sus pasos y también a los futuros líderes, para que, en forma pacífica, se restablezca el orden y la armonía entre las partes.

Es hora de perdón, de compasión frente a tantos millones de personas en riesgo de toda índole.

Es la hora del amor y de la justicia, ya que éstas son fuerzas poderosas e invencibles.

Es hora de fortaleza y de templanza para superar el poco tiempo que queda de la noche oscura. La noche oscura del alma (Espíritu), de las naciones y de los humanos, siempre tienen su fin en tiempo oportuno. Por ley de vida, cuando las cosas se ponen menos fáciles, es cuando más cerca se está de la solución. Es el momento en que la noche muda en día, y las coincidencias traen los cambios anhelados. Es tiempo de serenidad, de resistencia y de austeridad. Hay que cambiar muchos hábitos de vida y adecuarlos a la realidad. Quien deje de hacerlo, sufrirá con mayor rigor los efectos de lo que queda por pasar.

Hablar de ciertas verdades, al igual que en la época medioeval, constituye un riesgo de sufrir los rigores de la hoguera o de otros tormentos con métodos actuales. Pero, nuestro fin no es atacar, sino de exhortar a la reconciliación, al perdón, al amor, a la justicia perfecta y de tantos otros valores.

Me preguntaba si detrás de los actores visibles existen otros elementos de poder, y cerrando los ojos e imaginando la respuesta, se me apareció en la mente la imagen de una gran bestia, de diferentes formas, a la que no le pude poner nombre. Es la gran bestia pareció una voz susurrarme en el pensamiento, pero, además de ella hay otros elementos coadyuvantes. Entonces aparecieron otras bestias menores, tampoco identificables.

Pregunto: si Venezuela es una tierra tan hermosa, porque no amarla y trabajar para engrandecerla?

Lo escrito hasta aquí rondó por mi mente desde temprana hora y me negaba darle rienda suelta a la inspiración que afluía en mi pensamiento. Me daba cuenta, dada la insistencia, de que cedería por sentarme y escribir. Al final de la tarde, sin aguantar más, de un solo jalón, plasmé lo que queda escrito. Dios sabrá de quien son las ideas inspiradas, o de lo que es mío de lo que no lo es.

Para terminar, dos cosas que deseo resaltar:

Un poco antes de 1970, siendo muy joven, asistí a una sesión espirita, en una Cátedra de la EMECU, en la calle Monagas de Puerto La Cruz. Al poco rato de iniciarse la sesión de estudio, la sensitiva entró en trance, cambiando las facciones, transfigurándose en forma y en el tono de la voz. Acto seguido realiza un recuento de lo acontecido desde que El Espíritu comunicante vivió en su época, -ya que se notaba que era el Espíritu de alguien que había sido un hombre-. Se quejaba de que las generaciones subsiguientes no habían seguido su ejemplo, ni el de Miranda, ni el de tantos otros Próceres, dejando traslucir lo mucho que separaría de lo ideal lo que acontecería en las décadas subsiguientes. Le echaba la culpa a los políticos. Después de la arenga con vibrante tono de voz, que asemejaría al del Libertador, ya que por su calidad trascendía a la de la instrumento, y no era la de la médium. Por su contenido, era un mensaje de desesperanza. En ese entonces, no comprendí el sentido de esas palabras. Me pareció que se quejaba mucho, aunque ahora comprendo mejor el sentido premonitorio de aquel lejano mensaje. Luego, concluyó diciendo, el comunicante: “Simón Bolívar”.

Analizando el sentimiento que imbuía mi mente, en el día de hoy, y recordando aquella comunicación, en esa remota época, puedo concluir que fuerzas positivas afloran, seguramente de igual naturaleza, que moverán las fibras de los seguidores del progreso para producir el cambio anhelado por millones de personas y sobre todo por los Padres de la Patria. Si ellos no hubiesen existido, la Independencia no habría ocurrido y ocurrió. Pese a que Humboldt veía madura a Latino América para su Independencia, en respuesta a una pregunta de Bolívar, no alcanzaba a vislumbrar el hombre capaz de de llevarla a cabo. Y lo expresaba frente al mayor artífice futuro de la misma. Empero, Aimé Bompland, con mayor visión, respondió; -“Sí, pero las situaciones generan sus propios líderes”. Cuando llega la hora de la justicia y del cambio, este ocurre en forma natural, casi de la noche a la mañana. Los poderosos del día se darán cuenta que de nada sirvió lo acontecido. Y, entonces, uno se pregunta: Para quién trabajó el cachicamo. El aforismo criollo lo aclara: -“Cachicamo trabaja para la lapa”.

La otra cosa es: Son tiempos para expresar mucho amor y perdón. Dios se está ocupando en tiempo oportuno, en forma justa y perfecta. Hay que pedir a la Divinidad que ilumine la mente de todos, incluyendo la nuestra, para actuar correctamente, para tener rectos pensamientos, sentimientos, palabras y actos. Amemos más a Venezuela. Seamos justos nosotros sin atacar a nadie, sin hablar mal de nadie. Nada se gana malgastando energía. Recordemos las cosas buenas de Venezuela para volverlas a cristalizar, recreándolas. A Venezuela le espera el mejor futuro al cual pueda aspirar país alguno. Es la Tierra de Gracia.

En otra parte* dejé escrito, el ejemplo de un abuelo, de noventa años, que le decía al nieto: -“Juan, a lo largo de mi vida, el 90% de las cosas que la gente teme no ocurren jamás; el otro 10%, si las abordamos positivamente, con prudencia, fortaleza y serenidad, serán transmutadas en oportunidades de progreso y bienestar”.

En cualquier país del mundo, un líder genuino y auténtico, debidamente preparado, estaría feliz de encontrarse con un escenario como el de Venezuela. Un escenario perfecto para alcanzar la gloria inmortal a la que aspiraba Bolívar.

Bolívar, Padre de la Patria, bajo tu manto protector dejamos a Venezuela, justa y perfecta, para gloria del Eterno. Que aflore el fervor Bolivariano con cuya inspiración he visto muchas veces saltar en lágrimas de emoción y sentimientos profundos a poetas y oradores, auto-incluyéndome, -y hoy me ha ocurrido una vez más-, que ha constituido el flujo sublime, patriótico, que ha estimulado tantas hazañas y acciones heroicas. Son tiempos de paz y de progreso. Los trasnochados pueden descansar para darle paso al Dorado Amanecer. 

Aquí y ahora, se establece en Venezuela, el orden divino, la armonía, el amor, la verdad, la fortaleza y la templanza, y la justicia perfecta. Así es. Así será. Hecho está.

Si Dios está contigo, Venezuela, quién contra de ti?

Adelante.


28-12-2017
Revisado: 30-12-2017
Revisado: 13-03-2019

*Todo tiene solución/El arte de resolver situaciones.


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PD: En el libro Eterna Luz, de nuestra autoría, escrito en Lucena, Andalucía, en el año 2003, hay una Meditación por el país en que se vive, adaptable al propio. He adaptado para Venezuela, la misma.


MEDITACIÓN POR VENEZUELA


Busca un lugar tranquilo; haz tres respiraciones profundas y reten el aliento, con pulmones llenos, contando  mentalmente, veinticinco, al exhalar la tercera vez,  muy lentamente, cierra suavemente los ojos y afirma, mentalmente:

•    Estoy en relajación perfecta. (Tres veces). Aquí y ahora voy a meditar durante diez minutos por el bienestar, armonía, progreso, perfecta justicia y respeto en Venezuela.

•    -Bendigo  a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela y suelto la carga que hay en Venezuela y la de cada persona, en el Dios que hay dentro de mí y en el Dios que hay en cada persona-.

Ahora, visualiza a Venezuela envuelta en un círculo de luz –luminosa o blanca-, como quieras; luego afirma:

Venezuela es de Dios y de todos nosotros. Dios protege a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela.

Dios envuelve a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela en un círculo de luz divina y les guía por senderos de paz, prosperidad, justicia y respeto, aquí, ahora y siempre.

El perfecto orden divino y la armonía universal se establecen en Venezuela y en cada una de las personas que viven –y vivimos en Venezuela-  aquí y ahora. Hecho está, ahora y siempre.

Creador Universal, en tus manos confiamos a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, que en la conciencia de todos fluya la luz, la sabiduría, la responsabilidad y el respeto a todos los derechos y deberes.

Que Tus designios, Creador Universal, en relación a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, se cumplan aquí y ahora de acuerdo a Tus planes cósmicos.

Creador Universal, transmuta, aquí, ahora y siempre,  a Venezuela y a toda persona que vive en Venezuela, en su estado ideal y perfecto de acuerdo a tus planes cósmicos.

Hecho está.

Gracias, Creador Universal, por haber escuchado nuestro pedido.