VOLUNTAD DE TRABAJO
©Giuseppe Isgró C.
Gracias al Ser Universal que lo dispuso así, existe el trabajo, único
medio a través del cual es factible realizar la gran obra universal.
El trabajo permite auto-expresarse, asumiendo una parte de la tarea
colectiva, por medio de propósitos y objetivos claramente programados en el
espacio y en el tiempo.
La realización de los objetivos personales, en todas sus vertientes y
variantes, facilita la autorrealización. Se alcanza, al mismo tiempo,
nuevos y más elevados estados de conciencia en los ilimitados ciclos de
vida tanto en el planeta tierra, como en los incontables que tocará hacerlo.
El ahora, en el que actuamos, forma parte de la eternidad sin límites
que siempre ofrecerá un más allá en progreso y evolución.
Cada ser humano viene con una misión en la vida. Está dotado de
aptitudes y necesidades, que le indican el camino a seguir, en el cual
optimizar el uso de las primeras y satisfacer las segundas.
Debe elegir, en primer lugar, sobre la base de su realidad objetiva de
las mencionadas aptitudes y necesidades, el área hacia la cual, por vocación,
siente inclinación.
Es preciso forjarse una misión seleccionando una profesión y luego poner
manos a la obra.
Primeramente, hay que prepararse. Posteriormente, ejecutando el trabajo
de su vida, en cada etapa diaria.
Todo trabajo es realizado con dos finalidades: La primera, para resolver
situaciones, utilizando el método científico, con el cual se restablece el
equilibrio necesario preexistente, o, para realizar objetivos que impliquen
avances más allá de la posición actual.
En ambos casos, la persona adquirirá, cada vez mejor, la habilidad para
lograr resultados con menor esfuerzo y ahorro de energía.
Se puede tomar decisiones acertadas y establecer objetivos realistas y
alcanzables, que impliquen un reto. Igualmente, planear estratégica y
tácticamente la mejor manera de alcanzarlos y establecer el lapso en que es
factible hacerlo, según la curva de resultados analizada. Empero, lo que
permite la realización de la obra, es la voluntad de trabajo. Se requiere, en
cada caso, aplicar la acción suficiente.
Todo lo que hoy disfruta la humanidad es fruto del trabajo aportado por
las generaciones del pasado. Lo que disfrutará mañana resultará de nuestro
trabajo de hoy. Quien da su aporte a los logros colectivos, aún buscando su
propio lucro en un trabajo individual efectivo y honesto, adquiere el derecho
de disfrutar de una participación de los beneficios colectivos. Cada quien será
compensado con el salario cósmico de acuerdo al respectivo grado de cooperación
en la gran obra.
Cada día debe elegirse el trabajo al cual, por su orden de prioridad se
le centrará la propia atención. A tales efectos, es conveniente anotar en una
hoja de papel, o libreta, todas las cosas que se deben hacer, y jerarquizarlas
por su orden de importancia. Se comenzará con la prioridad número uno, y así
sucesivamente.
El antiguo aforismo de divide y vencerás se aplica aquí muy bien, al
realizar una etapa a la vez.
Cada trabajo debe ir acompañado de una curva de resultados, es decir, en
cuanto tiempo es factible hacer el trabajo en el mejor de los casos, y,
también, en el menos favorable de los mismos. Esto permite tomar el control de
la situación y canalizar positivamente el eventual estrés.
Es preciso plantearse: -Cuáles son los resultados probables de ser
alcanzados una vez efectuado el trabajo? Satisface?
Este análisis permitirá descartar algunos proyectos improcedentes con ahorro
de recursos o energía.
Si satisfacen los eventuales resultados factibles de ser alcanzados, se
aplicará al trabajo la máxima determinación de realizarlo.
A trabajo comprometido, trabajo realizado óptimamente; esta debe ser la
regla sine qua non.
Más allá de la remuneración que se perciba por el propio trabajo, se
adquiere el derecho de disfrutar de los beneficios de la colectividad, del
aprecio y preferencia del mercado. Aún sin paga económica, el profesional
exitoso hace su trabajo a la perfección.
Cada uno debe conocer cuáles son las herramientas necesarias en su
respectivo arte, su uso efectivo y cómo se realiza el trabajo óptimamente. Debe
estar al día con todos los adelantos de su profesión. Es preciso prepararse
diariamente, con el fin de mejorar los propios métodos de trabajo. Andrés Bello
decía: -¨El Estudio es tarea de todos los días¨.
El trabajo desarrolla la fuerza moral, la autoridad y el derecho a que
se le deleguen cada vez más actividades de mayor envergadura.
Todo trabajo bien hecho recibe oportunamente su compensación: El salario
cósmico de alcance integral.
Cada quien posee más conocimientos de los que usa. Las nuevas
circunstancias que se afrontan permiten extraer ese potencial interior en las
necesarias innovaciones y creaciones de más y mejores bienes y servicios como
fuentes de riqueza.
El trabajo produce auto-independencia económica integral.
Si quieres realizar un trabajo rápido y efectivo, anda despacio pero
firme y sostenidamente. La naturaleza no da saltos. Da un paso a la vez.
Debe optimizar la propia actividad y albergar la convicción de las
bondades de lo que hace.
Dominar tu trabajo permite ofrecer la colaboración efectiva que siempre
será requerida en un mercado cada vez más competitivo.
Es preciso desarrollar la costumbre de concluir satisfactoriamente todo
trabajo una vez empezado.
El trabajo de una vida empieza dando el primer paso: forjándose
propósitos y objetivos claramente definidos y enunciados por escrito, a corto,
mediano y largo plazo.
Cree que el trabajo es fácil. Pero, actúa con todo empeño y capacidad
como si fuera de mayor envergadura sin subestimar su importancia. Este enfoque
siempre permite tomar el control de la situación.
Hay que aprender a descansar después de una activa jornada de trabajo.
La mejor manera de descansar de una actividad mental o física, es
haciendo otras que utilice áreas diferentes de la mente o del cuerpo.
Trabajar cuando debe trabajarse y descansar cuando corresponde, es una
manera efectiva de obtener el equilibrio pleno como práctica existencial
habitual.
La perseverancia es determinante para concluir todo trabajo con éxito.
Cuando se persiste sin abandonar al ponerse menos fáciles las cosas, es el
momento en que se activan los poderes creadores de la mente y comienzan a
surgir las coincidencias que aportan los resultados apetecidos.
La voluntad con la cooperación de la imaginación creadora y la
sintética, puede vencer todos los obstáculos y alcanzar todas las metas, si se
persiste en la acción sin abandonar jamás a mitad de camino. Todo se alcanza a
su debido tiempo, en el perfecto tiempo de Dios.
Adelante.
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