EL QUIJOTE:
Un libro para todos
los tiempos
©Giuseppe Isgró C.
Si cada persona,
cada político y cada profesional, se guiara por la sabiduría de vida
cervantina, es decir, la de Don Quijote y Sancho Panza, tendríamos un mundo
mejor. Igualmente, generaría, una nueva edad de oro, mucho antes del año 30.000
en que la ubican los grandes utopistas del siglo XX.
Por otra parte, alcanzar
dicha edad de oro precisará un macro plazo, mientras se nivele el primero y el
último de la cola de la evolución de la conciencia perceptiva, comprensiva y
realizadora.
Un pensador
anónimo, hace cuatro mil años, intuyó que se precisarían 1.000 generaciones
para enderezar los entuertos humanos. Treinta mil años, menos cuatro, estamos
hablando del año 26.000 de nuestra era.
Un largo camino por
delante, en múltiples ciclos de vida -la
reencarnación, hoy día, es un hecho cierto, verificada tanto científicamente,
como en el pensamiento universal, expresado por los grandes seres de la
humanidad, en todos los tiempos y culturas-, donde nos tocará volver una y
otra vez para aprender las lecciones de vida que precisamos -tallar la piedra bruta, para transformarla
en cúbica, para ser utilizada en la Gran Obra, en el argot de la sabiduría
masónica, valores que manejan Cervantes, Don Quijote y Sancho Panza, a la
perfección-, Por el año treinta mil de nuestra era, comenzaremos a realizar
la gran obra de la humanidad del planeta tierra.
Mientras tanto,
como lo expresa, sabiamente, la Masonería Universal, estaremos conociendo los
instrumentos, -Nuestra mente y los
valores universales-, a utilizarlos
correctamente -positivamente- -para el bien-; después, estaremos en
capacidad de realizar la verdadera gran obra, que ahora ni siquiera podemos
imaginarla, por su magnificencia, pero, llegaremos a conocerla, intuyendo,
primeramente, el plan universal de la divinidad, ya que nada es casual, sino
causal.
Hay un plan para la
expansión de la Creación. Si los "políticos" y “pseudo-políticos”, a
nivel mundial, y en todos los países, leyeran a Don Quijote, los ineptos que
llegan al poder, y quieren permanecer en él, como sea, con la fuerza incluida,
y para toda la vida, como ocurre en gran número de países, muchos de los cuales
son auténticos inestables mentales, causa suficiente para inhabilitarlos
políticamente, que incurren en crímenes de lesa humanidad, de muchas maneras,
al lanzar bombas sobre poblaciones inocentes, al proveer medicamentos y
alimentos de dudosa efectividad a sus respectivas poblaciones, amén de aquellos
países que adrede determinan su escasez, quien sabe para qué fines políticos,
repito, si emularan a Don Quijote, y sobre todo a Sancho Panza, renunciarían al
ejercicio del poder para el cual no están preparados, para dar paso a quienes,
verdaderamente, además de estar preparados, tienen verdadera vocación de
servicio trascendiendo los propios intereses personales.
Las lecciones de
Don Quijote a Sancho Panza, antes de tomar posesión de su cargo como Gobernador
de la Insula Barataria, es un modelo de perfección de sabiduría política y de
liderazgo, y luego, el sentido de la Justicia de Sancho Panza, en sus funciones
de Gobernador, se equipara a la de aquel otro sabio, Salomón.
Los seres humanos
debemos tomar carta en el asunto, para gobernar con sabiduría el mundo, el
planeta tierra, ya que, el loco no es Don Quijote, sino que los locos, en
plural, son muchos individuos en funciones de poder, que olvidan que desde la
primera magistratura y en otros cargos inherentes, son primeros servidores de
la patria, y no sus verdugos; deben ser sus maestros, sus guías para que, como
decía Simón Bolívar, se logre la mayor suma de bien posible para todos.
Simón Bolívar es
otro de los grandes quijotes del mundo, como él se consideraba, cuando decía
que el Quijote explicaba la vida como debía ser.
Adelante, amigas y
amigos de la Orden de los Quijotes y Sancho Panza, hagamos que el mundo sea
como anhelamos. Empecemos a mejorarnos a nosotros mismos, con la sabiduría
eterna e inmortal del Quijote, y arreglando al hombre, educándolo, el mundo se
arreglará por sí solo.
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