SOBRE HOMBROS DE GIGANTES, ESCUDERO,
SOBRE LOS HOMBROS DE BOLÍVAR
©Giuseppe Isgró C.
Escudero, -dice Hidalgo-:
Si Bolívar viviera ahora, en
Venezuela, qué haría?
Esto es lo que me preguntaba,
esta mañana, al leer esta reflexión, con el título Simón Bolívar, que escribí
hace un año:
-“Las tres cosas que más
ocuparon la mente de Bolívar, en los últimos seis años, entre 1824 y 1830,
fueron:
1) La libertad de Cuba.
2) La Libertad de Puerto
Rico.
3) El bandido José Dionisio
Cisneros, denominado El Último Realista, que tuvo en jaque durante 25 años a
Venezuela, en el siglo XIX, a quien no pudo vencer, y quien, finalmente le
venció fue José Antonio Páez, en una historia que ya hemos relatado en otra
parte.
Son temas para meditar. Casi
una paradoja!!!
Alfonso Reyes, -el Andrés Bello mexicano- en uno de sus
ensayos, habla de que Páez y Garibaldi, por los años 50 del siglo XIX, tuvieron
el proyecto de ir a Cuba, para liberarla del dominio español. Otra paradoja,
mirándolo desde la perspectiva actual!!”
-“Bolívar escribió numerosas
cartas a sus antiguos soldados gloriosos para libertar a Cuba. A Páez le
escribió por lo menos seis cartas en ese sentido. Igual hizo con el venezolano
Juan José Flores, por ese entonces Presidente de Ecuador”.
-“Existe un interesante
documento de 1830, poco conocido, que se encuentra en la Biblioteca del
Congreso de Colombia, con el título –“El
Libertador presidente; El intruso; República de la Nueva Granada”-, del
historiador Roberto Botero Saldarriaga, quien relata el intento de Bolívar para
realizar la expedición libertadora a Cuba, pero sus antiguos y gloriosos
soldados, cansados ya de tantas guerras, cuando le convocó, no quisieron
acompañarle en ese proyecto”.
Recordemos, Escudero, -dice
Hidalgo, 21 años después de la desencarnación de Bolívar, nace José Martí. La
semejanza de pensamiento entre el Libertador y el apóstol de Cuba, es
asombrosa. Con profundo amor, expresó Martí: Tenga en mí, Venezuela, a un
hijo!!!
De lo que estoy seguro, es
que, desde la dimensión espiritual en que se encuentre, Simón Bolívar, El Libertador, siempre velará por
Venezuela y las otras Naciones, por la que dio todo con amor, para ayudarle a
emanciparse.
Siempre habrá Venezuela, como
expresa el título de un libro del editor Miguel Ángel Capriles. De eso no hay
duda alguna en la mente de nadie. Lo que cambia es el ideal o la imagen de la
Venezuela que cada quien quiere.
Personalmente, la imagino
como la soñaron los Padres de la Patria: Una potencia mundial, ejemplo de
naciones por sus virtudes, de techo tan alto que se eleva al infinito. Respeto
a los que la quieren de otra manera pero no comparto su sueño. Por eso la
Divinidad otorgó, a cada quien, el don del la libertad: es decir, el libre
albedrío.
Luego, como suele decirse: -“Por los frutos los conoceréis”. Que es
lo mismo que decir: -“Por tus obras serás conocido”.
Aunque, Escudero, debo
decirte, que con solo mirarle, a una persona, a la cara, sin decir ésta, ni una
palabra, hasta su sombra dice quién es.
Las naciones son prósperas, o
decadentes, según el líder que las dirija. Tengo fe en la gente de Venezuela, y
en que, volverán a salir a flote los líderes como siempre los ha tenido: Tú
mismo, lector, -o lectora-, los puedes rememorar: Son millones que han escrito
la historia de Venezuela: la verdadera historia, que recordarán las nuevas
generaciones.
Yo me pregunto, Escudero,
para qué vive un hombre? Todos quieren ser recordados por la gloria de sus
grandes obras. Bolívar, por la libertad que le dio a los que zafó del yugo que
los oprimían, por las leyes justas que le dio y por las obras que escribió, que
siguen inspirando a millones de personas, en el mundo entero. Alejandro Magno,
conquistaba para libertar difundiendo la cultura helénica; obligando a sus
hombres, en vez de tomar a las mujeres de los pueblos conquistados, como esclavas,
a que se casaran con ellas, para efectuar el cruce étnico, cultural y social, y
elevar la dignidad de esas naciones y de su gente. A Napoleón, le engrandece el
Código Napoleónico, redactado bajo su égida, de cuya parte sobre el Derecho de
Familia él mismo se ocupara; su gloria será eterna por tal obra, por encima de
sus hazañas militares.
Muchos pigmeos cuyos nombres
no menciono, para que sigan ignorados, la historia los olvidó ya. Son esos
hombres pequeñitos que se mencionan en la obra “Los Viajes de Gulliver”, de
Robert Louis Stevenson. En este momento, en el mundo, hay varios de ellos que
constituyen una preocupación planetaria. Son un peligro global, por su
irrespeto a los derechos de la humanidad; están jugando con fuego.
Hay una inmensa cantidad de
venezolanos dignos, llenos de nobleza, que harán florecer la justicia y la
dignidad, en el suelo patrio. Esta noche oscura de la Patria está alcanzando la
fase menos luminosa, lo cual quiere decir, como siempre ha sido, que a
medianoche en punto, un segundo después, empieza el nuevo día.
Hay alguien capaz de impedir
que el nuevo día, el dorado amanecer de la Patria, vuelva en las pocas horas
que faltan para que amanezca?
-Personalmente, no lo creo,
Escudero; -dice Hidalgo-.
Dios escribe derecho con
letras torcidas. El futuro glorioso de Venezuela está asegurado, y es
indetenible, porque el venezolano es gente noble, de honor, servicial, valiente
y tiene la capacidad de revertir la adversidad en oportunidades de progreso y
justicia.
Hoy en día es preciso
acentuar el amor que Bolívar tenía a la Patria, y el amor que José Martí tenía
por Venezuela. Aunque eran otras gentes, y otros tiempos, ambas madres seguirán
pariendo libertadores, de ese calibre y temple: constructores de naciones!!!
No tengo ninguna duda de que
el sol de la Justicia Divina está alumbrando, ahora, en este mismo instante,
sobre Venezuela, y el Planeta Tierra, para iluminar la conciencia de todos. La
contaminación ambiental física no es únicamente la que hay que depurar; la
atmósfera mental es preciso depurarla, también, con sentimientos y pensamientos
de amor y justicia, con palabras y acciones armoniosas y de respeto.
Todos los actores están
siendo observados por el ojo que todo lo ve: la conciencia, y aunque algunos
parecieran adolecer del sentimiento de la vergüenza, todos están a la vista y
bajo la mirada escrutadora de la Divinidad. El tiempo de Dios es perfecto. Solo
hasta el segundo señalado por el Supremo Hacedor se les permite, a los bufones,
escenificar su obra teatral, instante preciso en que serán sacados del
escenario, para darle entrada a actores serios, que aman su arte creador de nuevas
realidades.
La juez más severa que cada
quien tendrá que afrontar es su propia conciencia. Muchas noches de terror
esperan a unos pocos, porque son muy pocos los que estorban el progreso, como
unos poquitos granos de arena en el zapato: con solo sacudir el zapato, serán
sacados.
Pero, muchos días de glorias esperan a gente que, emulando a
Bolívar, a Sucre, a Páez, a Andrés Bello, y sobre todo, emulando el respeto, la
dignidad y la nobleza con que actuaba Carlos Andrés Pérez, cuando todos le
cayeron encima para inhabilitarlo políticamente; él siempre se dirigió a la
Nación con respeto y dignidad; fue, también, respetuoso cuando la Justicia le
pidió rendir cuentas; no se fue del país, se quedó en Venezuela afrontando la
adversidad, y triunfó de sus enemigos políticos, con la misma Justicia por
delante. Carlos Andrés Pérez, será un paradigma vigente para muchas nuevas
generaciones de líderes, por la capacidad, el respeto y la dignidad con que
actúo frente a todos, en una hora menguada para él y la Patria. Jamás se le
observó, en público, un gesto incorrecto, o irreverente; siempre sereno,
sonriente y afable. A una pregunta sobre quien era el Prócer patrio que más
admiraba Carlos Andrés, en tres palabras, respondió: -“Por supuesto, Miranda”.
Siempre recordaré esas palabras, Escudero, que de viva voz escuché de él,
cuando ya había triunfado de sus contrincantes políticos, en una tarde
memorable.
Los Padres de la Patria son los maestros de la Nación, y de su
respectiva gente. Volvamos nuestra mirada a su estudio para compenetrarnos de
sus grandes ideales, y así podamos emularles con conocimiento de causa, a
conciencia, subiéndonos, como Newton, sobre hombres de gigantes, para ver más
lejos, en el horizonte. Para ver el verdadero camino.
Es tiempo de reflexión, de paz y de justicia, y sobre todo, de
amor, Escudero!!!
El amor lo puede todo! Por encima de los intereses personales,
debe predominar el bien de la Patria. Es tiempo de perdón, de justicia, de paz
y de amor. La violencia no es el camino, la paz sí lo es. Pero, paz con
justicia.
Justicia, es la consigna que debe guiar los propios
pensamientos, sentimientos, palabras y actos.
Recuerda, Escudero, el quinto punto de la brújula es el lugar en
el que, cada quien, se encuentra ubicado; a partir de ese lugar es que se
precisa trazar la ruta a seguir para llegar a la meta que anhelamos: Construir
la Venezuela que Bolívar, si estuviera hoy aquí, construiría. Pero, como él sí
está aquí, hoy, en Espíritu, guiando a los hijos de la Nación que amó con
entrañable sentimiento, como lo reflejan sus obras, asume tú, y asumamos todos,
nuestro propio rol para hacer que la Patria, Venezuela, sea el país que todos
queramos que sea. Hecho está; así es; así será, para gloria del Eterno, Escudero.
Adelante.
12 de junio de 2017, 2:30 pm a 5:00 pm
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