USAR LA INTELIGENCIA CON
INTELIGENCIA
©Giuseppe Isgró C.
-Escudero, -dice Hidalgo-:
Sinceramente, no creo en la felicidad duradera del líder que
supera los límites de la vergüenza creyendo que puede pisotear la dignidad de
una Nación, impunemente. Al final, la ley de la vida empareja todas las cosas,
y lo que ahora está arriba, después estará abajo, y lo que ahora está abajo,
luego estará arriba, para gloria del Eterno. Tanto es así que es ley de vida,
que Hermes Trismegisto, hace ya más de doce mil años, en la Antigua Atlántida,
lo explicó muy bien en su Principio de la Correspondencia, o Paradoja Divina,
en el Kybalión. En otros puntos de vistas, podría decirse, que el mango del
sartén suele cambiar de manos, y de acuerdo al uso que se le de, ahora, se
recibirá, después; por eso, quien da sartenazo, debería prepararse para recibir
los que le tocan, en el tiempo perfecto de Dios.
Ya lo dijo Salomón, el Sabio: Con la misma vara con que midieres, serás medido; y si usas la
barra de hierro para dar bastonazos, puedes tener por cierto, que oportunamente,
también los recibirás.
Esopo, lo explicó en una de sus fábulas: No hay enemigo pequeño.
Pero, estamos en los tiempos en el que ha surgido un nuevo
tipo de liderazgo: el del lobo viejo que se hace pasar por cordero, y
camuflando legislaciones procura burlar el orden universalmente instituido.
Pero, el lobo con todo ser un lobo viejo, olvida que la única manera de
mantenerse con dignidad en el escenario existencial, es respetando el orden
humano y divino, y las reglas de juego.
No hay que olvidar que pese a que los corderos parecen
inofensivos, siempre tienen cerca el pastor, y su perro guardián que vela por
ellos. Al final, más temprano que tarde, el lobo saldrá trasquilado, recibiendo
lo que merece.
Por eso, Escudero, los nuevos dirigentes que aspiran a ser
buenos líderes, suelen leer el Quijote para aprender el arte de gobernar que
empleó Sancho Panza en la isla Barataria. La instrucciones que le impartiera
Don Quijote y el agudo ingenio del ilustre escudero, representan un modelo para
emular.
Por eso, los buenos líderes leen el Quijote.
Escudero, -concluye Hidalgo-: la sociedad de la que hablaba
Cervantes en la novela ejemplar: Rinconete y Cortadillo, y ciertos grupos
organizados, en la Sevilla de su época, nos parece verlos hoy reflejados en
algunos países latinoamericanos, al igual que los hubo en la Sicilia del siglo
XIX, o en otros lugares del mundo, como Chicago, Nápoles, Cerdeña, Colombia, y
otros que sería largo enumerar.
Hoy usan métodos muy sofisticados, este tipo de personajes
pintorescos: se transforman en líderes -con poca vergüenza- para no decir,
sinvergüenzas totales, ya que algunos aparentan tenerla y guardan las
apariencias.
Nadie estaba preparado para este enfoque de liderazgo; por lo
cual, hay que estar en guardia, tomando cartas en el asunto e involucrarse en
la dirección de la sociedad, preparándose a tiempo.
Este fenómeno seguirá acrecentándose en las sociedades del
futuro, como ya lo estamos viendo, proyectándose a otras latitudes.
La política, Escudero, es hermosa; lo que es sucia, Escudero,
no es la política; se ensucian algunos políticos, no todos, en el ejercicio de
la misma. Sobre todo, aquellos que además de presentar ausencia de valores
morales, no la ejercen con ÉTICA.
El mensaje de hoy, Escudero, es: política con ética. Es decir:
líderes éticos, o liderazgo ético. La historia relata un incontable número de
líderes éticos que se llenaron de gloria inmortal. Ejemplos? Moisés, Ulises,
Alejandro Magno, Mahoma, Saladino, Solimán el Magnifico, Solón el ateniense,
Juliano el apóstata, Alfonso X el Sabio; Abderramán III, Carlos V, Simón
Bolívar, el Libertador, Antonio José de Sucre, Francisco de Miranda, José
Antonio Páez, Eleazar López Contreras, Rómulo Gallegos, entre tantos otros. Un
tema para meditar.
En otras palabras, Escudero, no solo es preciso educarse en
los valores, sino que, además, es imperioso para el líder usar la inteligencia
con inteligencia de buena fe, éticamente; dando valor con valor, con respeto y
dignidad.
El líder de escasa o nula vergüenza, está dejando de usar la
inteligencia correctamente, por cuanto los apegos a los vericuetos indebidos del
uso del poder le desvían de la misión que asumió y se comprometió en cumplir,
con responsabilidad y honor patrio. Pero, no hay cuidado; la vida se encarga de
encarrilar a quienes se salen del camino recto. Al "Ojo que todo lo
ve" no se le escapa nada; y a las sociedades inherentes, tampoco.
Deberíamos pensar que el Eterno que otorgó el libre albedrío
no sabía lo que hacía?
Deberíamos suponer, acaso, que el que mete la mano en el
fuego, dejará de quemarse?
Escudero, personalmente, no lo creo.
Quien juega con fuego, más temprano que tarde, aprenderá que
al fuego hay que respetarlo.
Igual le pasará al líder de escasa, o nula, vergüenza. Alguien
lo pondrá en cintura, como se suele decir, en el argot popular. Siempre se
encuentra al que tiene la horma de zapato a la medida de cada quien.
Y, lo que miran de lejos, pongan sus barbas en remojo, que
este tipo de líder de nula vergüenza, no tiene nacionalidad. Lo estamos viendo
rondar por muchos países del mundo, y forma parte de lo que en la edad media se
denominó: líder oscurantista. Crearon una edad oscura que duró en torno a 1.000
años. Pero, los tiempos han cambiado; pero, cada cierto tiempo, este tipo de
líder oscurantista suele resurgir con más fuerzas. Empero, también el resto de
la humanidad tiene más fortaleza y prudencia.
Escudero, son muchos los puntos sobre los cuales hay que
reflexionar, ya que el camino por recorrer es largo.
Debemos, como se dice en el Derecho ambiental, propiciar un
desarrollo sustentable, y sostenible, para nuestros hijos y los hijos de
nuestros hijos, ad infinitum, para gloria del Eterno.